Capítulo 1

Mulai dari awal
                                    

En silencio y viéndonos a los ojos...

Quería salir corriendo, me había dado cierto temor de que un tipo tuviese la osadía de hacer lo que él había hecho. Nunca, nadie había cometido tal indiscreción hacia mi persona. El último hombre que me había tocado de aquella manera, fue a mi esposo. No obstante, el ver aquel brillo en sus oscuros ojos me hizo desertar de todo lo que tal vez, solo tal vez, cruzó por mi cabeza.

Al ser una noche fría, él llevaba una bufanda negra que le cubría el rostro hasta el puente de la nariz. Su cabello gris le daba cierto toque misterioso, sobre todo porque estaba de lo más despeinado, dejando ver ciertos mechones sobresalientes. A pesar de sus ojos impasibles, y su apariencia relajada, dejaba entrever que de ello no tenía absolutamente nada. Quizás solo me equivocaba con mi silente apreciación.

Algo en mí me dijo que eso no era correcto. Que estar con aquel tipo era un terrible error. No lo conocía, nunca lo había visto en mi vida. Es más, yo era una mujer casada y seguramente Matthew me estaría esperando en nuestro hogar. Quise darme con una silla en la cabeza, seguro iba a estar esperando por mí. Lo más probable es que estuviese revolcándose con su amante.

Sabía, desde hacía varios meses, que me era infiel y la comodidad de una falsa estabilidad me hizo guardar silencio por todo ese tiempo. Pero cada vez que lo veía, en vez de sentir esa rabia insana, no sentía más que lastima por ambos. Y ese hombre, que estaba justo frente a mí, me provocó algo que hacía mucho tiempo no sentía y ni siquiera sabía que era.

Pero me gustaba...

—¿Te molesta si te hago compañía?

Su voz me gustaba...

—No —contesté sin saber por qué, se echó un poco hacia delante y su masculino perfume me abofeteó el rostro.

Su aroma también me gustaba...

—Soy Damián.

Su nombre me gustaba...

—Soy Madison.

No había necesidad de estrechar nuestras manos porque estas ya estaban tomadas. Esa audacia de venir y tocarme, y sentarse, y no decir nada, y solo verme, hasta que decidió hablar.

Me gustaba...

—Te estuve observando desde el bar —tomó mi copa y quedó mirando la mitad que dejé —. No quise acercarme antes porque creí que estabas esperando a alguien.

—Esperaba a mi esposo —y cuando eso salió de mi boca, quise maldecirme por ser tan estúpida.

Sobre todo, al ver sus ojos...

—Oh, lo siento —me soltó —, he sido un impertinente —pero lo agarré de vuelta.

—No hay problema, él no vendrá —estaba muy nerviosa, pero quería estar un tiempo más con él —. ¿Quieres cenar conmigo?

—¿Segura?

—Muy segura.

Y desde aquella velada, todo comenzó a cambiar...

Recuerdo que me dejó su tarjeta para cuando lo quisiera llamar, por supuesto que la metí en el fondo de mi cartera. Por algún motivo me sentía fugazmente culpable por haber tenido la reacción de esconder su contacto. No quería que Matthew supiera que había estado con otro hombre. Él no había tenido la decencia de decirme que estaba con otra mujer, entonces que no esperase demasiado de mí, aunque con Damián acabábamos de conocernos.

No diría nada...

Cuando llegué al departamento, antes de tan siquiera abrir la puerta, vi cómo se giraba la manilla de esta. Matthew estaba resplandeciente y ni siquiera disimulaba que esa noche saldría otra vez con su puta. Me quedó mirando a los ojos y en ellos pude vislumbrar un dejo de culpabilidad, pero lógicamente eso desapareció con la misma rapidez de un pestañeo. Se pasó la mano por el cabello mientras soltaba un suspiro, yo solo miré hacia otro lado. El aroma de su perfume era embriagador.

Dulce destinoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang