-Chuuya, te volveré a preguntar- le dijo el más alto mientras se daba la vuelta, para mirar al más bajo -Si salto, me salvaras?-. El pelinaranja pudo sentir como sus ojos se aguaban, no podía responder, no sabía cómo, e incluso si lo supiera, las palabras no salían de la garganta. Una palabra salió por fin de sus labios.
-No...No lo sé...- dijo el pelinaranja mientras bajaba la cabeza, el castaño suspiro y se volvió a dar vuelta.
-Estoy satisfecho con tu respuesta...-.
En un abrir y cerrar de ojos, el castaño se había dejado caer hacia adelante. Chuuya no sabia como reaccionar ante aquello, estaba paralizado, no podía creer lo que sus ojos habían visto, en serio se había tirado? Solo pudo reaccionar hasta que un trueno retumbó en la distancia.
Dazai sentía como el viento le pegaba en la cara, sus cabellos marrones eran despeinados por el mismo, las vendas se empezaban a desenrollar de sus brazos y su piel quedaba al aire. Sus ojos se iban cerrando lentamente, se sentía raro, no era como lo esperaba, pero tampoco estaba decepcionado. Se dio media vuelta como pudo y una inquietante pregunta le surgió en ese momento, ¿Cómo reaccionó Chuuya? A fin de cuentas, él no le había dicho que no lo salvaría, esa pregunta se resolvió tan pronto como vio un punto aproximándose rápidamente. Ese punto, eventualmente fue tomando forma a medida que se acercaba al castaño, era Chuuya, quien no tardó en alcanzarlo y abrazarlo con fuerza. Fue como si el tiempo se congelara, pero evidentemente eso era solo un sentimiento, no la realidad. Su tiempo de reaccionar era limitado y si se demoraba mucho, el pelinaranja no podría perdonarse jamás. Sin pensarlo dos veces, Chuuya activó su habilidad mientras jalaba a Dazai hacia arriba, pero ambos cuerpos habían tomado ya bastante velocidad, y se requería de mucho esfuerzo para lograr empujarlos hacia arriba. Si bien es cierto que Chuuya podía ejercer dicha fuerza, está lastimara al castaño, y eso era lo último que quería, así que decidió poner todo su empeño en agarrar algo de lo cual se podría sostener. Al ver que los intentos del pelinaranja no estaban brindando frutos, el castaño decidió hablar con lo poco de fuerza que le quedaba.
-Chuuya...que haces?- le dijo en un susurro que llegó a los oídos de su receptor.
-¡¿A qué te refieres con que que hago?! ¡Estoy tratando de salvarte bastardo!- le gritó entre lágrimas y jadeos.
El tiempo se les estaba acabando a ambos, y el mayor no podía seguir perdiendo el tiempo en algo que no lograría.
-Chuuya...suéltame- le susurró el castaño, lo cual hizo que las lágrimas del más bajo empezaran a desbordarse sin control, lo abrazo muy fuerte dándole a entender que no lo dejaría.
-No ,no ,no ,no y no- negaba el pelinaranja entre sollozos que de a poco se fueron convirtiendo en pequeños gritos. Dazai solo sufría, no podía para de sufrir al ver al pelinaranja así. Aunque nunca lo admitiría en voz alta, pudo sentir como una lágrima se desbordaba de su ojo descubierto, y esta era arrastrada por el viento, lo único que pudo hacer fue corresponder al abrazo. El oxígeno empezó a ser difícil de captar por la nariz del castaño, poco a poco iba perdiendo todas sus fuerzas, pero en lo poco consciente que estaba, llegó un momento en el que dejó de escuchar los sollozos y gritos de su compañero.
- Dazai, necesito una promesa!- le gritó el ojiazul- prométeme que pase lo que pase, no me soltaras por nada del mundo-.
El castaño pudo observar, aunque se veía un poco borroso, como el más bajo le dirigía la mirada, sus ojos estaban llenos de lágrimas, Y a pesar de estar pálido de miedo, sus mejillas tomaban un color carmesí por estar llorando y gritando a todo pulmón. El viento le despeinaba la cabellera naranja y el sombrero que siempre llevaba consigo ya no estaba.
KAMU SEDANG MEMBACA
No me sueltes ~~~~(bsd, Soukoku)
Fiksi Penggemar"Del amor al odio hay un solo paso", es algo que muchos dicen por ahí. Pero que pasa cuando tienes miedo a abrir tu corazón a la persona incorrecta? Reemplazarlo por el odio fue la opción por la que opto Chuuya Nakahara, lo que el no sabia es que ne...
Capitulo 4
Mulai dari awal
