Dolor
El dolor siempre acompañó a Dazai Osamu a través de los años, por más que trataba de ocultarlo, jamás lo lograba, quien podría, llevando secretos y demonios en su interior, era algo simplemente inexorable y no había escapatoria de este. En esta situación, el ejecutivo de la mafia solo vio dos posibles salidas, aprender a convivir con este dejándolo entrar en su interior y que devorara todo a su paso dentro de sí, o vivir escapando de este, haciéndote la vida cada vez más amarga al darte cuenta que escapar de este era inservible, siempre te encontrara estés donde estés. El opto por la primera opción, y así podría disfrutar pequeñas cosas, aunque esa felicidad momentánea no le bastaba para llenar el gran vacío que se iba agrandando en su interior cada vez que pasaba el tiempo.
Hubo un momento en el que ese dolor dentro de él llegó a su apogeo. El castaño tenía pensamientos suicidas de vez en cuando, pero jamás los apartó de su vida, haciendo que a medida que pasaban los años, estos pensamientos se volvieran cada vez más frecuentes, hasta que dejaron de ser ideas y se convirtieron en intentos, intentos de suicidio.
- No deberías despreciar la vida que te han otorgado!- era lo que siempre le decía su compañero, Chuuya. Desde que la mafia había reclutado a aquel pelinaranja, la vida del castaño se puso prácticamente de cabeza. Al comienzo se detestaban a muerte, luego ese odio se esfumó; mas ninguno lo admitió, cada quien lo comenzó a utilizar como una máscara para cubrir sus sentimientos individuales. El castaño disfrutaba en grande jugarle bromas al más bajo, o burlarse de sus gustos, su sentido de la moda e incluso su estatura, ¿la razón? Simplemente disfrutaba cada vez que el pelinaranja se enojaba y se avergonzaba por su culpa, aunque jamás entendió el porque gozaba tanto esos momentos.
Ese día, el de vendas despertó de mal humor, recibió uno de los habituales regaños de Mori, solo que este le hirió, cosa que no habían logrado hacerle con los anteriores reclamos hasta ese momento. Odasaku no se encontraba en ese momento, Mori lo había mandado a hacer un recado y tardaría alrededor de unos tres días en volver. En fin, no había nadie que pudiera consolarlo, ni hacerlo sentir bien. Al pasar por los pasillos del inmenso edificio sintió como el vacío que tenía en su interior empezaba a doler cada vez más, esta vez no había nadie que lo pudiera detener. Estaba harto, la anterior semana había sido de por sí muy mala, al igual que el mes, el año, su vida había estado lleno de sufrimiento y nunca había alguien que lo reconforta, nadie ni nada pudo llenar su vacíoseguía ahí, y, al contrario, cada vez se expandía más. La compañía de Odasaku y Ango habían podido apaciguar el dolor que esto le causaba, esconderlo, pero ninguno estaba en los peores momentos. Dazai simplemente necesitaba a alguien que se preocupara por él, que lo pudiera ver todos los días, que lo apoyara en las buenas y en las malas, que lo acompañara en todo momento, pero en la mafia, esto era un sueño infantil, imposible de concebir.
Nadie lo detuvo en su camino hacia la azotea, nadie lo vio, pasó tan desapercibido como un fantasma, algo que, según él, sería en unos cuantos minutos. Al salir del edificio, pudo sentir como el viento le pegaba en la cara, el sonido producido por este era ensordecedor, pero esto no lo detuvo. El cielo se oscurecía poco a poco, y nubes grises anunciaban la llegada de una tormenta. El castaño logró llegar al borde, se sentó en él para observar por última vez la ciudad de Yokohama, estaba tan perdido y ahogado en sus pensamientos que no noto que alguien lo había seguido, hasta que el viento sopló con brusquedad, cerrando de golpe la puerta y asustando a el sujeto que la había atravesado unos segundos atrás.
- ¿Qué haces aquí?- le pregunto el castaño sin apartar la mirada de la ciudad.
- Creo que la misma pregunta va para ti, bastardo- le respondió la voz misteriosa. El castaño se incorporó lentamente, se paró, más no se apartó del borde, solo se dio la vuelta.
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No me sueltes ~~~~(bsd, Soukoku)
Fanfiction"Del amor al odio hay un solo paso", es algo que muchos dicen por ahí. Pero que pasa cuando tienes miedo a abrir tu corazón a la persona incorrecta? Reemplazarlo por el odio fue la opción por la que opto Chuuya Nakahara, lo que el no sabia es que ne...
