Capitulo 27

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Coloco una enorme almohada sobre el piano y luego deposito suavemente al pequeño Tedy sobre ella mientras que Christian se ubica en la silla. A pesar que mi pequeño sólo tiene un mes, sabe perfectamente donde se encuentra por que comienza a agitar sus manos y sus pies y una suave y angelical sonrisa intenta dibujarse en su carita de algodón.  

La rutina antes de dormir consiste en un baño y después un pequeño masaje con aceites relajantes. Todo monitoreado de cerca por Christian y su BlackBerry la cual debe tener llena su galería de fotos con todas las tomas que ha hecho de nuestro hijo.Luego Christian le toca una suave pieza en el piano y yo me siento junto a ellos disfrutando ese momento en que los hombres que más amo se conectan bajo las sublimes notas del piano. Christian toca observando a nuestro pequeño con una sonrisa y se ve realmente tierno y sexy. Tedy mueve sus extremidades y lentamente se va relajando hasta sumirse en un profundo sueño….hasta las dos de la mañana cuando debo alimentarlo nuevamente. Luego se lo entrego a Christian que espera ansioso que nuestro pequeño termine para llevárselo en sus brazos y dar un pequeño paseo hasta que esta completamente seguro que han salido todos los gases. Recuerdo como Christian casi enloquece una noche en que Tedy no dejaba de llorar cuando tan solo tenía una semana. Llamamos a Grace quien le indico la manera mas adecuada de sacarle los gases ya que probablemente lo que lo tenia tan inquieto eran cólicos de bebe. Desde entonces Christian ha tomado como su tarea principal sacarle los gases a Tedy y dejarlo nuevamente en la cuna hasta las seis de la mañana cuando vuelve a despertarse. 

Desde que Tedy nació Christian esta trabajando desde la casa y sólo sale a la oficina cuando tiene alguna reunión que no puede manejar por teleconferencia. Cuando llega esta sumamente ansioso y se dirige directamente a buscar a Tedy...claro está, que después de regalarme un beso y agradecerme una y otra vez por el maravilloso regalo que le hice al convertirlo en padre. Cuando lo toma en sus brazos lo mece suavemente y observa su pequeña carita mientras va contándole  con la voz más tranquila y feliz que nunca le he escuchado, todas las hazañas que a diario logra en su trabajo. Tedy lo observa de vez en cuando y en otras ocasiones tan solo se duerme escuchando. 

Hoy es un día muy importante, ya que convencí a Christian para que me dejara salir con Tedy para ir con Grace y Mía a la última medición de nuestros vestidos de damas de honor para el matrimonio de Kate y Elliot que será este fin de semana. Pero lo más importante es que luego de esta visita iremos sin que Christian lo sepa a ver a José para que me ayude con el regalo de cumpleaños de Christian que será en una semana. Estoy seguro que le encantara porque mi viejo amigo ya tiene todo preparado y está asesorado por Lorena de Victorio una de las mejores fotógrafas para bebes. La idea es tomarle a mi pequeño Tedy fotografías más profesionales de las que él le toma a diario y que pueda llevar y colocar en su escritorio junto a la mía. 

Cuando llegamos a un pequeño apartamento en el centro de Seattle donde fui citada me encuentro con la cálida sonrisa de José. 

-¡Hola Ana, que alegría verte!--dice desde el fondo de la sala cuando me ve en el umbral de la puerta acompañada por Tedy, Gail y Sawyer y camina hacia nosotros.  

-Gracias José, también estoy feliz de verte ¡te vez muy bien!--contesto cuando me alcanza y nos fundimos en un abrazo. Por encima del hombro de José puedo ver la expresión poco amigable de Sawyer mientras introduce el choque de bebe en el apartamento. No está contento por este cambio de planes de última hora, el cual le prohibí reportarle a Taylor y por ende, a Christian. 

-Pues la verdad estoy pasando por un buen momento--responde y su sonrisa es aun más grande. 

-Ya lo creo, tienes un brillo especial en la mirada--sus ojos delatan la felicidad que siente. 

-¿En serio? Quizás la que alguna vez tuve cuando te miraba a ti--replica. No me siento cómoda con una conversación sobre sus sentimientos hacia mí. Pero de repente caigo en cuenta de que no le veía esa mirada la última vez que nos vimos en el BabyShower.  

Siluetas de Cincuenta SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora