- ¿O qué?

- rompes tu promesa, yo romperé la mia.."

Su pecho se contrajo con dolor y sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar la discusión.

"- ¿Vas a dejarme?..

- No puedo dejarte hacer esto, Ruby. Es tu futuro.."

Apartó su mirada la pintura, y cerró sus ojos con dolor. Sí. Habían terminado. Algunas cosas son más faciles en la teoría que en la práctica, y eso fue lo que Jennie entendió.

Lisa podía cumplir su palabra. Pero ella no. Así que lo más sensato que se le ocurrió, fue dejarla y evitar que desperdiciara esa oportunidad única que tanto le había costado conseguir.
Y no volvieron a hablar.

Lisa no la buscó.

Ella tampoco llamó.

Visitó el Louvre durante toda su estancia en París, hasta que fue momento de irse a otra ciudad para su residencia, dejando atrás la pintura que solía llevarla directo al recuerdo de ella. Al mes y medio, abordó el vuelo directo a Berlín.

No se lo contó a nadie. Ni a Jisoo, ni a Nayeon, mucho menos a Chaeyoung quien la acompañaba en su viaje. Aún así, estaba casi segura que todas lo sabían.

Los meses en Berlín se fueron volando, casi al igual que las noches en Londres. Oslo fue la última parada. La capital de Noruega la había enamorado y estuvo a punto de aceptar el ofrecimiento de la Universidad local, para continuar su carrera allí.

Pero no aceptó.

Su vida estaba en Corea. Su madre, sus amigos, todo lo que conocía. Si Ruby se convertía en una artista, quería lograrlo en su tierra natal. En su tranquilo y nublado Seúl.

La mañana del trece de noviembre, bajo con su equipaje en mano y una colección nueva de ropa, joyas, pinceles y otros artículos que había comprado en su pasaje por las grandes ciudades de Europa.

Abordó su vuelo y con la última barra de su batería, le llamó a su madre para que la esperara en el aeropuerto de la ciudad. Cuando su móvil murió, lo dejo cargando con un dispositivo portátil y se dedicó a dormir sobre el hombro de Chaeyoung.

Las horas pasaron desapercibidas ante su sueño. Acostumbrada en los últimos meses a viajes largos, no abrió los ojos hasta que tuvieron que aterrizar.

Su amiga la ayudó a recoger sus maletas y hacer todos los chequeos antes de retirar el resto del equipaje. Caminaron entre la multitud hasta la primera escalera que las llevaba a la entrada principal y no tardó en divisar a su madre a lejos.

Corrió hasta ella, abrazandola con fuerza y visualizando como a su lado, Chaeyoung estaba abrazada a sus padres y a Mina.

Sonrió con nostalgia ante esa imagen.

"- ¿Me esperaras?

- Sí.."

Saludó a su amiga y a los padres de Chae, antes de irse con su madre directo a su auto.

- Tienes que contarme todo.- Dijo su madre con una sonrisa emocionada, mientras conducía a su casa.

- Tendrás todos los detalles.- Le respondió con una sonrisa landina.

Charlaron durante el trayecto, le contó sólo lo más superficial de su experiencia, describió las ciudades, la gastronomía, las discotecas que había conocido porque sí, tuvo noches de fiesta que la ayudaron a olvidar a cierta castaña que regresaba a su cabeza.

Cuando llegaron a su hogar, el cansancio la golpeó de nuevo y se sintió como si no hubiera dormido bien durante todo el año que estuvo fuera.

- Ve a dejarlas en tu cuarto, te prepararé algo.- Su madre palmeo su hombro y se dirigió a la cocina.

Le resultó extraño el comportamiento tranquilo, pero lo ignoró casi por completo. Tomó sus maletas y las arrastró hasta su cuarto, recorriendo vagamente la mirada por sus paredes.

Abrió la puerta mientras se giraba para ingresar su primer maleta cuando aquella figura familiar apareció frente a sus ojos.

Era Lisa.

Sentada al borde de su cama.

Su boca secó de inmeadito y su cuerpo quedó paralizado.

No había dudas. No era un sueño, ni una alucinación. Era Lisa. Frente a sus ojos. Sentada. Con las manos sobre sus muslos y sus ojos fijos en ella.

Su cuerpo se enderezo con lentitud y dejó salir un suspiro doloroso.

- ¿Qué..- Balbuceo.- ¿Qué haces aquí?

- Esperarte, Ruby Jane.- Su voz la atravesó con fuerza, provocando que sus ojos se llenaran de lágrimas casi al instante.

La vio ponerse de pie y caminar lentamente hacía ella. Sus cuerpo estaban separados por apenas unos centímetros.

- ¿Han sido meses largos, no es así?.- Preguntó casi en un susurro y ella asintió mientras cerraba los ojos.

Sintió las lágrimas descender una a una por su rostro. Sin resistirlo más, se lanzó hacía sus brazos y la abrazó con fuerza. Casi deseando fundirse a ella y al calor de su cuerpo.

Lisa le acarició el cabello con dulzura, dolida por sus propias acciones pero segura de que había hecho lo correcto por ella. Jamás se habría perdonado si Jennie hubiera dejado ese viaje. La consoló con suaves caricias en su espalda mientras escuchaba a la castaña hipar en su pecho.

- Aún podemos intentarlo, si todavía lo quieres..- Murmuró abrazandola con fuerza.

- Lo quiero.- La interrumpió y levantó su rostro para mirarla con una seguridad avasallamte.- Lo quiero Lisa, lo quiero.

Se abrazaron una vez más y, finalmente, unieron sus labios luego de largos meses deseando hacerlo.

Y ésta vez, sí funcionó.






















FIN.


































Los quiero.❤

"LA NOVIA DE MI PRIMO" | JENLISAWhere stories live. Discover now