Carrera Trigésimo Segunda

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Sus ojos se abrieron lentamente, encontrándose con Hoseok llorando.

Se levantó con pereza y rasco sus ojos, cuando recién se levantaba su cerebro se demoraba en analizar las cosas, se quedó viendo a Hoseok llorar sin entender que pasaba.

Los ojos llorosos de Hoseok se encontraron con él, el pelinegro hizo una mueca de sorpresa y después sonrió con ternura. Yoongi se sentía tan agradecido de poder decir que esa sonrisa era para él.

— Ya te despertaste, la película acaba de terminar y por eso parezco una magdalena — se limpió las lágrimas con una sonrisa en la cara, Yoongi puso a trabajar su cerebro — te dormiste por 40 minutos, más o menos, te perdiste la película pero no pasa nada.

El cerebro de Yoongi hizo click, era el día de su cita, el se había quedado dormido por casi una hora, la cita.

— ¿Por qué no me despertaste? — Hoseok se encogió de hombros.

— No vi la necesidad, parecías cansado — Yoongi asintió aún algo dormido.

La imagen para Hoseok era tan adorable, la cabellera blanca de Yoongi estaba completamente despeinada, sus ojitos estaban adormilados, además bostezaba de vez en cuando lo cual lo hacía ver adorable, ni hablar del saco que le quedaba como un hoddie. Ah, su novio era demasiado lindo.

— ¿Qué hora es? — Hoseok revisó su teléfono rápidamente.

— Van a ser las cinco de la tarde, pero ya dejó de llover — Yoongi se levantó del sofá, estirando sus brazos para quitarse la pereza.

No podrían asistir a todas las actividades que él tenía planeadas, eso era obvio, pero podría al menos ir a una, que él consideraba la más linda de todas.

— Bueno, señor llorón, vamos a emprender camino — Hoseok se levantó del sofa con una sonrisa — Ah espera, debo ir a traer algo para el frío, espera acá.

Hoseok se quedó inquieto en la sala, su corazón se sentía cálido cada vez que Yoongi era atento con él, con lo frío que podía ser el pálido.

Yoongi llegó corriendo con dos bufandas en la mano, dejó una en la mesa y se dirigió a Hoseok dejandola en su cuello.

— No queremos pescar resfriados ¿verdad? — dijo y se dispuso a colocarse su bufanda.

Hoseok se quedó algo tonto con la bufanda, se sentía ridículo por no poder ponerse una, pero jamás las uso prefería aguantar frío y por eso nunca se dio el tiempo de aprender a colocarse una bufanda.

— Okay ¿nos va- ¿por qué no tienes tu bufanda puesta? ¿no la quieres? Debe estar haciendo frío afuera — Hoseok negó con un sonrojo en sus mejillas, Yoongi sonrió con picardia, creía saber que estaba pasando — ¿no sabes como ponertela?.

Hoseok abrió sus ojos avergonzado, para después taparse la cara con sus manos y soltar un quejido.

— ¿Te vas a reír de mi? — Hoseok escucho una risita, levanto su cara para poder ver a Yoongi, amaba cuando sonreía.

— No — Yoongi se acercó y con sus manos hizo un nudo fácil con la bufanda, dejando el cuello de Hoseok completamente protegido del frío — aunque, vamos — con su dedo le dio un toquecito a la nariz de Hoseok — ¿quién no sabe ponerse una bufanda, lindo?.

Yoongi se dirigió a la puerta.

Hoseok se tocó la nariz completamente sonrojado, su corazón amenazaba salirse de su pecho.

— Vamos, no te quedes atrás.

[🐬]

Se bajaron del taxi, como era de esperarse el frío era bastante, pero los sacos de pareja eran gruesos y las bufandas ayudaban.

Polos Opuestos - Hopega - Yoonseok - sopeWhere stories live. Discover now