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La aldea de Hage, una de las muchas que forman parte de la área olvidada del reino del trébol. Ahí reside el hogar del enérgico y aún pequeño Asta.

Un pequeño de 11 años y lo que parecía una de sus frases más habituales.

" ¡Hermana Lili cásate conmigo! "
 

Y de manera irónica, también el habitual rechazo y mágico puño de agua de la "afortunada".

 -" Lo siento Asta es la costumbre "-manteniendo su característica sonrisa.

" No te preocupes te aseguro que tu y yo nos casaremos, cuando sea Rey Mago cambiaré las reglas del reino "

"Curioso" es como se podría describir el optimismo del pequeño.

" Mantenerte callado parece algo imposible para ti Asta, ya ni siquiera puedo contar las veces que has pedido la mano de la hermana Lili "

" Y lo seguiré haciendo Yuno, ¡No me daré por vencido! " 

Pasaron las horas y ahora los chicos estaban cortando leña, para Yuno era muy fácil gracias a su magia de viento, pero Asta solo se limitaba a emplear las ya consideradas "rústicas" herramientas como el hacha, por lo que como era costumbre el pelinegro decidía cortar la parte del otro para ahorrarse tiempo.

" ¡Oye no te pedí ayuda! "

" Sin magia eres lento, deberías de agradecerme " 

" Aunque mi magia aún no haya despertado, te prometo que será la más genial de todas, con ella llegaré a ser el rey mago, no obstante, gracias a tu "ayuda" podré ir a entrenar más temprano...¿Por qué sabes como compensar la falta de magia? "

" No, no lo sé " 

" ¡Con puro músculo papá! "

Después de ese ocurrente comentario el chico se fue corriendo directo al enorme cráneo de las cercanías, dejando a un estupefacto pelinegro.

Después de ese ocurrente comentario el chico se fue corriendo directo al enorme cráneo de las cercanías, dejando a un estupefacto pelinegro

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El tiempo pasó y el pelicenizo realizó su ya común rutina de lagartijas, flexiones, abdominales entre otros ejercicios.

" Este día creo que se me pasó un poco la mano con esto, incluso oscureció, es momento de regresar "

Y como también era habitual un  pequeño pájaro con una larga historia presenciaba todo lo que el niño hacía.

" Ese niño es muy extraño, entrena como un loco y no puedo percibir nada de su maná "   

El niño pelicenizo ya estaba de vuelta a la iglesia, a tan solo unos pasos de la entrada, pero se detuvo al escuchar a la hermana y el padre. Tratando de no interrumpir y también su curiosidad de niño hizo que se quedara en la puerta escuchando todo. 

El maldito sin magiaWhere stories live. Discover now