Muerte..... Muerte..... El pánico atravesó su cuerpo.
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Abrió los ojos una vez más y gimió.
Otra noche sin dormir. Se levantó a regañadientes y se preparó.
Las pesadillas eran siempre diferentes, pero siempre eran pesadillas que le culpaban de la muerte de su familia, de la familia de otros, de todos los pecados que había cometido. No había tenido una sola noche de descanso tranquilo desde que regresó. Pero a cambio de arreglarlo todo, su salud era un pequeño precio que pagar.
Aunque...... Shijie tenía algo que decir al respecto.
"A-Xian." Llamó, como había hecho tantos años atrás. Su voz era más joven, más suave, pero siempre llena de tanto cuidado y preocupación que él no merecía. Que no era digno de recibir... "¡A-Xian!"
Wei Wuxian fue sacado de su ensueño. "¿Sí, Shijie?"
Ella le miró preocupada. "A-Xian, ¿estás bien?"
"¿Hm?" Wei Wuxian se dio cuenta de su metedura de pata y esbozó una amplia sonrisa. "¡Estoy bien, Shijie!".
Jiang Yanli no se creyó su mentira piadosa, pero no insistió. Cuando la miraba, él parecía sentir mucha culpa, pero ella no sabía por qué. Ella sabía que él escondía su dolor detrás de su sonrisa, pero quería intentar que hablara de ello para evitar que se hiciera daño.
"Si tú lo dices". Respondió ella. "¿Quieres un poco de sopa de loto y costillas de cerdo?".
Los ojos de Wei Wuxian brillaron ante esto. "¡Por supuesto! ¡Suuuuuper picante por favor!"
"De acuerdo."
La mente caótica de Wei Wuxian se distrajo con éxito con esas palabras mientras esperaba pacientemente a que su Shijie hiciera su famosa sopa.
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Un joven paseaba por su habitación, tal y como la recordaba. "Estoy de vuelta... Realmente funcionó."
"¡Joven Maestro! El Líder de la Secta esta..."
"¡¡Nie Huaisang!! ¿Por qué no estás en el campo de entrenamiento? ¡¿Dónde está tu sable?!" Una voz enfurecida que sólo podía pertenecer a Nie Mingjue gritó.
