BETTER THAN ME | legacies

CHAPTER THREE| "GO TO THE DEVIL, LANDON!"

CAPÍTULO TRES:
"¡VETE AL DIABLO, LANDON!"

Erika estaba al lado de su cama, lo estaba esperando con dos tazas con chocolate caliente mientras leía un libro cuando él comienza a moverse. Parpadeando aturdido, se vuelve boca abajo y se frota la nuca. Siente la mullida almohada de su cama presionando contra su cara.

—Bienvenido de nuevo – bromea Erika cuando lo ve abrir los ojos.

—El hecho de que no pueda morir no significa que no apreciaría un poco de simpatía, Mikaelson – murmura Landon, lanzándole una mirada asesina.

—No seas un llorón, Kirby – dice Erika mientras le pasa una taza con chocolate caliente –. Por lo que sé, las personas se acostumbran a resucitar.

— ¡Tu padre me rompió la columna! – exclamó con gran indignación –. Voy a morir... ¡Voy a morir! Odio este plan.

—Tranquilo, Landon. Deberías estar feliz de que ni siquiera para quedarte muerto sirves.

Él la miró con los ojos entrecerrados, buscando, por lo que parecía ser la décima vez en el día, el halago en esa frase.

—Tu padre no se cansaría de intentarlo.

La castaña ladeó la cabeza un poco, dándole la razón en ello.

—Pero no dejaré que te vuelva a hace daño... – lo miró con una pequeña sonrisa, para luego desviar su mirada hacia otro lado –. Es decir, no soportaría vivir con la culpa de que moriste por los descabellados planes de Lizzie.

— ¿Y qué tan malo fue?

—Papá sugirió tirarte por la ventana y hacer que tratara de levitarte antes de que golpees el suelo...

—Jesucristo, maldita sea.

—Pero mamá intervino — continuó Erika, ignorándolo –. Estuvieron a punto de darme otra vez la charla, hasta que me cansé y les grité que no hicimos nada malo.

— ¿Y te creyeron? – Landon murmura debajo de manta azul y blanca. La tríbrida lo miró con una ceja alzada.

—Pero como nuevo suceso, estaban gritando tan fuerte que toda la escuela ahora sabe que supuestamente nos pillaron después de hacer algo sucio – Erika rueda los ojos –. Según Lizzie, eso es algo bueno. Yo sólo quiero empujar a alguien de las escaleras.

— ¡Dios! – Landon grita y se sienta –. Erika, hasta ahora todo el plan a apestado, ¿sabes? ¿Cómo diablos se supone que le agrado a Hope ahora que cree que me he acostado contigo?

—Lo dices como si haberte acostado conmigo fuera lo peor del mundo – reclama Erika, frunciendo el ceño –. Este es el siglo XXI, deja de ser tan mojigato.

—Hope no es así –. Landon, enterrando el rostro entre las manos y volviéndose hacia la taza humeante intacta –. Ella no es como tú...

Levanta la mirada, la mano ya medio levantada como un gesto de disculpa, pero Erika ya está de pie, frente a él directamente. Sus ojos se entrecerran mientras lo mira con frialdad.

— ¿No es cómo?

—No importa – dice Landon rápidamente –. Vamos a cenar, me muero de hambre...

—Termina tu maldita oración, criatura incompetente – dice Erika con una voz baja y peligrosa. ¿Es extraño que esté pensando en su parecido con Klaus en este momento?

—Erika... dejémoslo.

—No. Quiero escuchar lo que tienes para decir – su falsa y peligrosa sonrisa logran hacerlo sentir nervioso –. Estabas diciendo que ella no es como yo – sisea. Sus puños están apretados y él está pensando cómo podría asesinarlo. Realmente no desea morir dos veces en el lapso de 12 horas.

—Mira, lo siento...

Siente como una oleada de magia lo empuja en el aire, haciéndolo chocar su cuerpo con la pared.

— ¡Erika!

Oye el golpeteo de sus tacones con el suelo de madera mientras ella huye, y cuando está a punto de salir de la habitación voltea verlo.

— ¡Vete al diablo, Landon! – grita y cierra la puerta estruendosamente.

[...]

Siente como las lágrimas luchan por salir y derramarse de sus ojos, pero ella no estaba dispuesta a dejar que alguien la viera llorar. Prefería arrancarse el brazo antes de que vieran debilidad en ella.

Se siente un poco tonta por dejar que las palabras de aquel pájaro cuestionablemente competente la afectarán, pero sabía que era verdad. Eran las palabras que rondaban en las mentes de todos, sus compañeros, su familia, e incluso su madre la comparaba con Hope.

Cuando se pasea por la sala, recuerda cómo había concluido la discusión de sus padres: Klaus duerme en el sofá esa noche.

La visión de su padre con apariencia de perrito abandonado, logra elevarle el ánimo y provoca que se ría disimuladamente en su palma y se une a su padre, con los ojos viendo una repetición de FRIENDS.

— ¿Realmente tuviste que matarlo, papá?

—Nadie debería tocarte a ti o a tu hermana – dice lastimeramente.

—No lo conoces bien – dice Erika, robando sus palomitas de maíz –. Pero es un buen chico. Bastante tranquilo.

No sabía porqué hablaba bien de el idiota de Landon después de que la hubiera ofendido, tal vez era porque en verdad no quería cargar por la culpa de su muerte.

—Siempre son los tranquilos – la voz de Klaus explica el asesinato.

—Oye papá, ¿prefieres dormir en el sofá o en mi habitación? – pregunta compadeciéndose del híbrido.

—Oh, mi pequeña Calíope – Klaus la abraza con cariño, y dándole varios besos en la mejilla.

Erika sonrío ante el mote cariñoso. Calíope era la musa de la belleza. Klaus era la y a la única persona que llamaba así. La hacía sentirse especial.

Se acomodan para ver el resto del episodio, pero Klaus no está realmente prestando atención.

— ¿Enamorada? – Klaus reflexiona.

Ella voltea a verlo confundida, hasta que cae en cuenta de la situación y se encoge de hombros.

—Quiero decir, él no es exactamente como el tipo macho. No es exactamente mi tipo – Erika se aventura pensativa –. Pero él es agradable. Un poco emo. Muy inteligente. ¡Oh, él sabe tocar la guitarra!

—Suenas como una enamorada – Klaus bufa, cruzándose de brazos como un niño pequeño.

Ella trata de ignorar las palabras de su padre, al igual que trata de prestar atención a la escena de un Joey sin camina, porque era imposible que estuviera interesada en Landon Kirby, ¿cierto?

Es decir, se trataba de Landon Kirby, la inútil y cuestionablemente competente criatura sobrenatural, el ex novio de su hermana melliza y el chico emo gótico.

Admitía que le encantaba que tocara la guitarra, era el único que no se ofendía completamente cuando lo insultaba, no se molestaba cuando robaba alguna de sus sudaderas (algo que tenía que admitir era extraño), y tenía unos lindos ojos...

Está bien, ya se estaba desviando, pero ella no estaba de ninguna manera interesa en Landon.