Mikel

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"¿Cuantas voces necesitas escuchar para hundirte?
¿Cuánta culpa debes sentir para volverte loco?"

Miraba la escena frente a mí, un callejón abandonado y un cuerpo tirado a un lado de la basura, en una mano sostenía una pistola y en la otra un cuchillo, eran mis armas predeterminadas, usualmente era muy bueno con ellas; apunté con la pistola a ...

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Miraba la escena frente a mí, un callejón abandonado y un cuerpo tirado a un lado de la basura, en una mano sostenía una pistola y en la otra un cuchillo, eran mis armas predeterminadas, usualmente era muy bueno con ellas; apunté con la pistola a la cabeza del cuerpo y esperé, entonces se levantó de golpe y comencé a disparar, de la pared del callejón cayeron otros dos.

Intenté defenderme mientras retrocedía pero me estaban atacando despiadadamente, cada vez más y más cuerpos se lanzaban sobre mí, sentía el dolor de cada arañazo y mordida en mi piel hasta que de pronto de un golpe me tiraron al piso y la imagen se volvió negra, unos segundos después en la pantalla apareció la leyenda “Has muerto”.

—¡No! —reclamé con molestia, solté los controles en mis manos y me quité los lentes y los audífonos que me conectaban a ese mundo virtual, lo cual me permitió escuchar mi teléfono. —¡¿Qué quieren?!

Guardé los artículos de mi juego en su lugar, bajo la televisión, mientras me quitaba los sensores que hacían la experiencia más realista, a veces sospechaba que encajaba a la perfección en la etiqueta de “gamer”.

La vibración de mi teléfono ya me tenía harto, tan pronto como terminé de guardar fuí a la cocina a revisarlo, abrí los ojos con preocupación; mi alarma llevaba sonando medio hora, era súper tarde.

—¡Mierda! —grité y corrí a abrir el microondas, saqué el plato de cereal que había dentro y me lo bebí de un trago —¡Puaj! ¡Que asco! ¿De quién fue la idea de hacer esto?

“¡Tuya!”

—Cierto —murmuré tras parpadear un par de veces —No me dejes hacer esto de nuevo.

“Sí, sí, lo que digas, cómo me haces mucho caso. Corre que ya se te hizo tarde”.

—Sí, ya lo sé —me detuve un momento en medio de la sala, debía tomar mis medicamentos pero no recordaba dónde los había puesto —Ni modo, hoy vendrás conmigo

Yupi

—¡Pero no molestes! —reclamé saliendo de mi departamento.

"Hola, yo soy Mikel Garcés, tengo 17 años y estudio segundo año de preparatoria.

Vivo en la zona noreste de la ciudad, justo en el punto donde las ‘queridas’ vallas que hacen que esto parezca campo de concentración se unen en el sector conocido bajo el nombre de "Límites"; creo que es bastante obvio el por qué de su nombre".

Salí de mi edificio, caminé hacia la parada del camión para tomar uno y llegar a tiempo a mi clase, estudiaba en el turno mixto, así que debía apurarme porque no podía darme el lujo de llegar tarde a una clase que empezaba a las 9:30 de la mañana.

ANORMAL [Editando]Where stories live. Discover now