Uriel

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“¿Cómo sobrevives al miedo cuando la sombra que te persigue está atada a tu cabeza?”

Estaba acostado en la cama de mi cuarto mirando el techo, mis audífonos reproducían música clásica mientras analizaba lo que estaba a punto de ocurrir, mi respiración era algo errática pero profunda en un intento de controlar mis nervios

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Estaba acostado en la cama de mi cuarto mirando el techo, mis audífonos reproducían música clásica mientras analizaba lo que estaba a punto de ocurrir, mi respiración era algo errática pero profunda en un intento de controlar mis nervios.

—Hijo, se te va a hacer tarde —escuché tras la puerta, tragué saliva nervioso y empecé a juguetear con mis dedos.

—Sí nana, ya voy —respondí levantándome y caminando hacia la puerta mientras arrastraba los pies.

"Ahmm... ¿Hola? Okey este... Yo soy Uriel Montoya, tengo 17 años y se supone que estudio mi segundo año de preparatoria en esta ciudad de locos. Literalmente.

Vivo cerca de las afueras de la ciudad, no muy lejos de las murallas de hecho, justo a un lado del centro, en el sector al que se le nombró "Periférico Norte" el motivo específico de por qué es “norte” es un misterio aunque podría justificarse con la existencia del sector “Periférico Sur”.

Salí al pasillo sin preocuparme en cambiarme, aunque mi ropa podía parecer de pijama, la verdad es que era algo poco relevante, y tampoco era como que me interesara mucho mi apariencia.

Al llegar a la estancia, ví a mi nana metiendo mis materiales en la mochila nueva que me habían obligado a comprar para la escuela y guardando mi almuerzo en una bolsa.

"Según la historia de la ciudad, se dice que originalmente éramos diez "pacientes" y dos enfermeros, (que realmente deberían ser médicos, pero cómo sea) sin embargo, lo que no se sabía es que también había un personal de apoyo, mi nana, no estaba planeado que ella estuviera aquí pero yo necesitaba tener a alguien que me cuidara para no hacer algo que pudiera ponerme en riesgo debido a mis ataques de ansiedad, estrés y pánico que, en ese entonces, eran muy comunes.

Si te lo preguntaste, padezco Trastorno de estrés postraumático o TEPT desde hace diez años”.

—Hijo, ¿estás listo? —preguntó mi nana mirándome con una sonrisa tranquila.

Para aclarar, estábamos ya casi en finales de semestre, pero era la primera vez desde que fui encerrado aquí que iba a una escuela; así que era como un niño en su primer día de guardería. Y siendo realista, podría haber pasado el resto de la preparatoria estudiando en mi casa, pero mis psiquiatras insistieron en que “debía adaptarme a la vida en sociedad” y aquí estamos, ni siquiera pudieron esperar a que acabara el semestre.

—La verdad, no —admití negando con la cabeza.

—Tranquilo hijo, todo saldrá bien —afirmó mi nana tranquilizándome, yo sonreí y asentí.

ANORMAL [Editando]Where stories live. Discover now