No me sueltes ~~~~(bsd, Soukoku)

Capitulo 2

No tengo que detallar mucho de lo que paso después, básicamente mientras Dazai comía lo que seria su cena acompañada de una copa de vino, Chuuya bebía desesperadamente la botella, Dazai no estaba realmente sorprendido por esto, la verdad especulaba que eso era lo que iba a pasar, y ya había visto al ojiazul en la misma situación tantas veces que no le importaba mucho la falta de decoro que tenia el pelinaranja en estas situaciones.

-Bastardooo~ porque eres tan bastardo? – Chuuya empezaba a hablar sin pensar, Dazai solo tenía que ser paciente, y esperar hasta que el mafioso cayera en los brazos de Morfeo.

- Gracias Chuuya por el cangrejo enlatado- le dijo con tranquilidad el castaño. - estuvo delicioso-.

-Ahhh?? ¿Quién dijo que lo compre yo? -le pregunto Chuuya en un tono de embriaguez, el castaño solo rio un poco.

-No lo sé Chuuya, no lo sé- le respondió el castaño mientras miraba atentamente cada movimiento del más bajo. Chuuya había arrasado con la primera botella de vino, no iba ni por la mitad cuando el pelinaranja empezaba a delirar un poco y a mostrar una clara actitud de que había tomado; ahora estaba por terminar la segunda. Tomo hasta la última gota de la botella, para luego dejar el recipiente vacío en la mesita.

-La disfrutaste? - le pregunto el castaño con una mueca.

-Supongo que si- dijo mientras suspiraba y se echaba atrás en el sofá- que hacemos ahora? -.

-Deberías dormir, ya son las dos y media de la mañana- le respondió el de ojos marrones mientras le mostraba la hora en su móvil.

-Ya son las dos?!- dijo con asombro el ojiazul- Yo no tengo sueño-.

- Pero ya deberías dormir- le dijo el más alto con tranquilidad- Te dormirás si te canto? - le dijo con su usual tono de burla.

-No creo que sepas algo que no sea una canción sobre un suicido doble así que no- le respondió mientras se intentaba incorporar, no lo logró- Y tu voz no es lo que podríamos llamar angelical-.

El castaño soltó unas risitas por el comentario del más bajo, se incorporó y ayudó al mafioso a pararse, pero el pelinaranja tropezó con sus propios pies cayendo en el pecho del más alto.

-Chuuya, y si bailamos? - le propuso el castaño, cosa que hizo que el pelinaranja se sonrojara mucho más que un tomate, bailar? ¿Con el detective? - Ah es un buen modo de arrullar-.

-E-está bien- dijo el pelinaranja mientras trataba de no hacer contacto visual con el de ojos marrones.

En un delicado movimiento, Dazai paso su mano derecha hacia la cintura de Chuuya, con la otra mano agarraba la mano derecha del pelinaranja ebrio e iniciaba un movimiento lento, era como bailar vals; obviamente no era de esperarse que bailaran como profesionales, además teniendo en cuenta que Chuuya estaba ebrio, era más bien un baile desastroso, pero cada quien lo disfrutaba a su manera.

No necesitaban música, simplemente se seguían; cada paso que daba el más alto era imitado por el más bajo llegando a una sincronización que solo ellos podían lograr tener. Chuuya empezó a despreocuparse por evitar la mirada del castaño, simplemente se dejó llevar hasta que sus miradas se encontraron y no las alejaron, ambos se perdieron en los ojos del otro, llevaban tantos años sin poder disfrutar de su presencia, que ahora no querían dejarse ir, no querían perderse nunca más. Perdieron absolutamente la noción del tiempo, ya no era importante, así que se dedicaron a regocijar aquel momento.

Así estuvieron por un largo tiempo, aunque según ellos solo pasaron unos pocos minutos, hasta que los ojos de Chuuya empezaron a pesar, el sueño lo estaba venciendo y en un acto de atrevimiento se recostó en el pecho de Dazai, haciendo que este parara de moverse.