CAPÍTULO 1

42.6K 2.5K 2K
                                    

Acabo de salir de mi trabajo hoy fue un largo día ya que anoche me dormí mega tarde por acabar unas tareas para la prepa, al llegar a la parada del autobús me doy cuenta que recién pasa enfrente de mis narices dejándomeatrás, corro tras de el sin ...

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Acabo de salir de mi trabajo hoy fue un largo día ya que anoche me dormí mega tarde por acabar unas tareas para la prepa, al llegar a la parada del autobús me doy cuenta que recién pasa enfrente de mis narices dejándomeatrás, corro tras de el sin ningún éxito de que se detenga.

—¡Mierda! —mascullo.

Y como ya es costumbre y nada novedoso en mi vida la suerte no está de mi lado jamás, así que comienza a llover de forma fuertísima, cosa que es muy extraña en esta parte del país ya que las lluvias no son muy frecuentes y menos a esta altura del año, pero ya que más da, al diablo con todo.

«Extraordinario, lo único que me faltaba» pienso con sarcasmo.

Voy caminando por la calle, totalmente mojada por la estúpida y fuerte lluvia que cae en el territorio de California, voy a cruzar la calle con mi cabeza sumida en mis responsabilidades del día de mañana que constan en levantarme temprano para volver a trabajar, luego debo correr a mi departamento a estudiar ya que tengo una pequeña pero no poco importante prueba, mis calificaciones son geniales pero de todas formas quiero que me vaya mejor que bien debo ser la mejor y auto demostarme que si puedo, porque si yo misma no lo hago nadie lo hará por mí ... Como ya es manía cruzo la calle sin mirar, como si fuera inmortal o tuviera algún especie de trato con el diablo, por estúpida distraída que soy un auto casi me atropella.

Asustada por la impresión del momento me cubro el rostro con mis manos, lo primero que pienso es en que me llego la hora, siento el rechinar de las ruedas y el miedo invade todo mi pequeño cuerpo, mi vida no es la mejor pero estoy jóven para morir, aún no quiero ir a tocar el arpa con San pedro.

—¡Mierda! —escucho como alguien maldice en voz muy alta y con algo de temor en su tono —Oh niña maldición, ¿Estás bien? ¿Te hice daño? —abro mis ojos y el extraño comienza a revisar desesperado mi cuerpo, buscando alguna lesión o rastro de sangre, al no encontrar heridas ya que menos mal freno justo antes de chocarme, me queda mirando detenidamente a los ojos esperando desde una distancia prudente en espera a una respuesta para todas sus preguntas.

—Si...estoy bien —digo haciendo un pequeño puchero involuntario, es que realmente me asuste, creí que iba a ver la luz al final del túnel, menos mal no paso a mayores.

—¿Qué hace una nena como tú, sola en la calle a estas horas? —parece... ¿Molesto? su tono es de frustración o al menos eso creo.

Un momento ¿Él esta molesto?

Molesta debo estar yo que este idiota casi me atropella, menudo imbécil, aunque no puedo decirle nada porque fui yo la que no mire al cruzar, debo cambiar ese mal habito que tengo desde siempre, me encuentro en esta pequeña discusión interna, cuando el sonido de alguien aclarando su garganta me devuelve a la realidad.

—Acabo de salir de mi trabajo y además no soy tan pequeña para su información —hablo de forma altanera —cumpliré dieciocho en unos meses así que retire lo dicho —respondo orgullosa por casi ser mayor, hace bastante que espero este momento y por fin dentro de poco los cumplo, este tonto no me vendrá a decir "nena" en tono de burla solo por mi estatura, menudo capullo, acaso nunca escucho el refrán de qué; "Lo bueno viene en frasco chico".

Yes Daddy Onde histórias criam vida. Descubra agora