Seth Clearwater estaba dispuesto a ayudar a su alfa y amigo a proteger a su impronta, era lo correcto y además era un protector.
Pero no se esperaba que en la búsqueda de testigos él encontraría a su huella.
A su impronta.
{Fanfic}
{Amanecer parte 2...
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El día había llegado.
La nieve se había endurecido como había dicho la vampira de cabello pixie.
Todos se encontraban nerviosos y ansiosos detrás de los árboles, aún sin acercarse al campo de batalla.
La mayoría de los lobos se encontraban ya transformados, bastante lejos de las sanguijuelas. Seth se encontraba nervioso sin poder dejar de rascar su brazo izquierdo de la ansiedad al saber que dentro de unos minutos todo podría volverse un caos.
Pero eso no era lo que le tenía tan preocupado.
Su mente estaba concentrado en Alexander.
Debía decirle.
Debía contarle.
Debía explicarle y...
—Seth.
El Clearwater saltó en su lugar al escuchar su nombre detrás suyo. Giró sobre sus talones encontrándose a Alexander que lo miraba preocupado.
—Oh... Alex.— sonrió tenso.— ¿Que sucede?
—¿Podemos hablar a solas?— preguntó, señalando hacia otro lado, alejándose de los lobos y de los vampiros.
Las mejillas de Seth se colorearon de rojizo y con timidez, asintió con la cabeza.
—Es hora.— pensó, dándoseánimos.— debo decirle.
—Se que estas nervioso.— habló Alexander, ya los dos apartados, solos.—pero todo saldrá bien, estoy seguro.
》No habrá una guerra.《
—Oh... si, yo también creo lo mismo.— sonrió tenso.— hablando se soluciona las cosas ¿No?
—Así es.— le respondió.— pero todavía tienes tiempo de irte... puedes ir y quedarte con...
—No, no me iré.— negó rotundamente con la cabeza.— no soy un cobarde, defenderé a los míos.
》Ellos también son mi familia y los voy a proteger, al igual que a ti.《
Alexander suspiró sabiendo muy a su pesar que no iba a poder cambiarle de opinión al cachorro y dijo.
—Supuse que dirías algo como eso.—murmuró con una sonrisa.— te estaré cuidando las espaldas.
—¡Yo también!— gritó emocionado.— también te estaré cuidando.
Alex sonrió y acarició los cabellos del menor, despeinándolo.
—Oye..— se quejó riéndose cuando notó un pequeño detalle en Alex.—pero que...
