Dentro de esos papeles un escrito con que tipo de instrumentos manejo, que tipo de canciones canto, un requisito indispensable era que para presentarme debía hacerlo con una canción original.

¿Cuál fue lo malo con referencia a eso?
Que quien me llamó había sido Laila… Si esa Laila, reconocí su voz de inmediato.

Por más que lo pensaba no encontraba la razón de mi desconfiaba para con ella, pero me era inevitable.

Me ponía nerviosa mi documentación, en ella presentaba que tenía una discapacidad, y por más que eso no fuera un impedimento me alteraba los nervios que ellos y más que todo ella se enterara y fuera vista de una manera diferente.

Estúpido lo sé, pero tomemos en cuenta que apenas estaba comenzando a confiar en mí, en mi talento y en qué podía vivir una vida en que los prejuicios no me afectaran ni alteraran el ritmo que quería llevar.

No quería ir sola, por lo que opté por Laila número 1, la original e infalible como decía ella, para que me acompañara y así poder cumplir con todos los requisitos un poco más confiada con la autoestima de mi amiga que me ayudaría un poco.

Y ya que Mason no se había comunicado, después de eso me vería con las demás chicas, ya era hora de que hablara con ellas y les dedicara un tiempo más que minutos de locuras en mi habitación.

°°°




—A ti no debe desanimarte eso, vas a ganar esa Beca y nos pondrás orgullosos a todos, ¡Ya lo verás! —animaba mi amiga cuando llegábamos al lugar donde tenía que entregar la información —Eres ma mejor y lo vas a demostrar, porque sino ganas dejaré de tener sexo por un año, y ¿Tu no quieres eso para tu amiga o si? —le voltee los ojos, siempre Laila.

—¿Tu crees que en realidad pueda ganar?

—¡Ay Camila! —exclamó mi amiga volteando los ojos —Llevo años escuchando esa melodiosa voz que tienes, es innegable que tienes un talento increíble, y no lo digo solo yo.

El ánimo que Laila me daba calló en picada al notarla a ella en una de las mesas donde varias personas se formaban entregando documentos.

En la distancia que estaba apenas podía apreciarla, pero sabía que era ella, lo que hizo que mi corazón callera igual que mi ánimo, era la persona que llegaba justo a su lado entregándole una bebida.

Mason.

—¿Es ella? —preguntó Lai al notar mi cara, así que solo asentí —¿Y que hace él aquí con ella?

—No lo sé —respondí apretando la carpeta contra mi pecho.

—Pues lo vamos a averiguar —tomó mi brazo y me jalo a la mesa donde se encontraban.

Estaban tan absortos en su conversación, que algunas veces se volvía acalorada que nisiquiera me determinaron, estábamos a solo un par de personas de llegar a la mesa y aún su vista no había parado en mi que no apartaba la mía de él.

Me esforzaba mucho en no desconfiar, una persona que hace lo que hizo él no iba a mentirme o a hacer cosas que dañaran lo que tanto lo que costó ¿O sí?. Me enamoré, y querer soltar aquello iba hacer muy difícil, por eso quería que hablara conmigo, pero lo hacía más con ella en ese instante de lo que lo hizo conmigo en los últimos días.

En cuanto estuve frente a la mesa, me atendía alguien muy diferente pero estaba segura que no le pasaría desapercibida cuando ya estaba a su vista. Pero quién rompió todo fue Laila.

—Hola Mason, que extraño verte acá, ¿Como estás? —el tono de mi amiga me daba un poco de pena pero era eso o nada.

—Laila, Camila —su sorpresa e impresión me sacó de balance.

—Sí, Laila la amiga de tu novia, ¿Me recuerdas? —me mordía los labios para no callar a mi amiga.

—Si, por supuesto —Rodeó la mesa y saludo a mi amiga con un beso en la mejilla —Ojitos ¿Como estás? —lo miré callada, sin responder y seguí entregando mis papeles.

—¿Y tú qué haces acá Mason? —mi amiga podía ser un poco imprudente, pero mejor que preguntara ella que yo.

—Bueno Laila es mi amiga, y pues hablábamos un rato, además que sabía que Camila vendría —mentía.

Su cara de sorpresa me lo dijo todo, y de querer verme fuera ido por mi, o me fuera llamado para él mismo traerme. Además que ni yo misma estaba segura sobre ir, dado que debía pensarlo como él había propuesto, decidí en último minuto llamar a Laila.

—¿Y no me presentarás a tu amiga que lleva mi mismo nombre? —le sonreía mi amiga, pero yo conocía muy bien ese tipo de sonrisa.

—Claro —nos acercó a la mesa y la llamó —Laila, ella es Laila una amiga de Camila.

—Mucho gusto tocaya —me fijé en el apretón de mano de mi amiga, que casi le rompe los dedos —¿Como estás Camila? —solo le di una sonrisa de boca cerrada.

Me volví una bolita pequeña, mi valor se fue al caño, no pude siquiera hablar así que solo le pedí a Laila para retirarnos, quien solo me miro raro y frunció el ceño en mi dirección.

—¿Podemos hablar un momento? —me pidió él cuando notó mi intención por marcharme.

Todo se estaba volviendo extraño entre los dos en tan solo un par de días, no sentía que fuera el mismo conmigo, lo que ocultaba lo estaba haciendo actuar diferente, o eso era lo que yo pensaba.

Me comenzaba a molestar el hecho de cómo se había enterado que vendría si yo no sé lo dije, si es que resultaba cierto. Y que en lugar de buscarme estuviera ahí hablando con ella, y cuando yo quiera hablar él evada todo.

No accedí, solo le dije que me buscara después.

Quería ir a comprar ciertas cosas para Ada, y salir con mis amigas para despejar la mente, y no enfrascarme en lo que esa escena había dejado en mi cabeza.

Así que solo le dije a Laila que las llamará para adelantar todo, aveces algunos consejos ayudaban más que otra cosa.

Lo que no contaba era encontrarme a Daniel en el centro comercial y que todo se fuera al carajo.

°°°°

Hola mis amores, me disculpo que ahora las actualizaciones son más tardías, pero dado que ahora nos quedan menos de 20 capítulos extenderemos a cada 4 días.
A los pocos que leen ésta historia que con mucho amor escribo, les agradezco grandemente.
Los quiere.
#Gely

Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Where stories live. Discover now