CAPITULO 12

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Lo solté sin pensar, y sabía muy bien que lo habia hecho para evitar arrepentirme. No le estaba diciendo cómo se debía todo pero de alguna forma lo intentaba. Y ya solo debía esperar su reacción.

— Ya lo he escuchado antes, y aún no entiendo porque si tienes miopía nunca traes lentes puestos — eso explicaba muy bien que no había entendido lo que quería decirle.

— No es lo…. — me interrumpió.

— Que importa, vinimos a divertirnos, a pasarla bien, es solo un momento tranquilo en el parque, no es nada del otro mundo — me tomó de la manos — Vamos Camila, olvida tus problemas por un momento.

— ¿Quién te dice que tengo problemas? — hacia cualquier pregunta tonta con tal de evitar todo ésto.

— Tu necesidad de querer apartarme te delata, el que no quieras hacer esto, desde que te conozco has tenido esa resistencia que no te deja hacer las cosas — me soltó y estiró su brazo señalando hacia el camino donde debíamos ir — Solo han sido unos cuantos días, y aunque no lo creas has sido tan trasparente como ese cristal — señaló la vidriera de la heladería.

— Solo intento contarte algo — intento por segunda vez ser sincera — No solo tengo miopía Masón tengo…

— Por ahora y por hoy olvidemos eso, olvida el problema, olvida lo que sea que te tenga así tan desconfiada — nuevamente me interrumpió e insistió.

— Bien — cedí, por algo sucede cada cosa, y algo me decía que pudo no haber sido el momento ni el lugar indicado, por el momento que fuera tan cotilla y hablador me había salvado de ese incómodo momento.

— Muy bien, tomaremos las bicicletas, y mi cámara del auto y haremos ésto — Dijo mientras caminaba de espaldas hacia su auto.

Al parecer no podría simplemente evadir las bicicletas, ya no había vuelta atrás. Y mientras él buscaba todo eso yo solo miraba mi pobre helado todo derretido en el concreto de la acera. Y el de Mason creo que lo había tirado, mayor desperdicio.

— Muy bien ¿Preparada? — negué muy rápido con la cabeza — ¡Oh vamos! Ésto será muy divertido.

¿Pero que rayos le veía de emocionante pasear en un par de aparatos mortales para mí?
Aunque él no lo supiera.

Se guindo su cámara en el cuello, me pasó una de las bicicletas y él tomó la otra, y caminamos al dichoso parque que nos quedaba a solo unas cuadras.

Cuando llegamos en realidad estaba muy lindo, creo que nunca había ido, bueno no que yo recordara. Era muy grande, muchísimos árboles, césped por todos lados, banquetas, unos pequeños parque para niños, y los grandes espacios hechos de concreto por donde caminaban o en nuestro caso manejar las dichosas bicicletas.

— Ven, vamos por acá — dijo Mason señalando uno de los caminos.

Lo seguí muy despacio, tan solo llevar la bicicleta me lo hacía más difícil, no podía ver bien, podía ignorar cualquier muro o banqueta, e incluso los pequeños animales que habían por allí, divisé a lo lejos algunos gatos y perros . No me imaginaba como le haría al subirme en ella.

Me dolía ya un poco la cabeza ¿Como no? mucho era que mis ojos no se hubieran irritado, cuando ya alcancé a Mason él estaba parado a un lado del camino con su Cámara en mano.

— El día está muy lindo sacaré un par de fotografías — me decía sin mirarme mientras preparaba la cámara.

Estábamos parados cómo al lado de una pequeña edificación que había en el parque. Y no era mentira, el día estaba hermoso, muchos pájaros volando, había muchísimas palomas en el camino, los niños jugaban mientras sus padres sonreían y eso solo me hacía sonreír a mi.

Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora