CAPÍTULO 6

882 76 28
                                    

A la mañana siguiente desperté y las chicas aún estaban en la cama, intenté pararme pero me mareé de inmediato, por un momento creí que era lo normal aveces en las mañanas, puesto que no solo me pasa a mi, trate de aclararme los ojos pero no podía enfocar, veía demasiado borroso, me senté en la cama y respiré tratando de calmarme, pero nada mis ojos aún no me daban la visión necesaria.

No sabía qué era lo que estaba pasando; en estos años que he pasado con esta enfermedad nunca, cuando había tenido la vista borrosa, este inconveniente se había mantenido. Puesto que no se iba y no podía ver me estaba poniendo muy nerviosa; solo veía siluetas y si intentaba levantar la cabeza, me punsaba, y sentía como unos leves calambres en los ojos.

— MAMAAAAAA — el susto me ganó y llamé a mi madre desesperada — MAMAAAA.

— ¿Que pasa? ¿Que sucede? — entró al cuarto un poco asustada

— Mamá no puedo ver bien, veo borroso y no logro enfocar la vista, no se qué pasa — le dije desesperada.

Por todo el jaleo y gritos mis amigas se despertaron también y comenzaron a preguntar qué era lo que sucedía.

— NO VEO, NO VEO, NO VEO — Gritaba y me agarraba de los cabello con desesperación.

— Calmate amiga — sentía como Esme me tomaba de la mano — No debe hacerte bien que te pongas así.

— Hija debes calmarte sabes que esto pasa solo debes estar tranquila recuérdalo — me aconsejaba mi madre.

Pero yo no podía calmarme, me desesperaba no poder enfocar mi vista, que todo aún siguiera tan borroso como una espesa neblina que no me dejaba ver me ponía los nervios de punta.

Si ese era mi futuro cuando ésta enfermedad me venciera pues entonces iba a preferir morir, no podia y no aceptaba quedar así - me desesperaba.

— ¿Como quieren que me calme? — les preguntaba — No puedo ver y esto no ha pasado como las veces anteriores.

— Si hija pero si te pones nerviosa y te estresas sabes que no pasará más bien creo que puede empeorar — aconsejaba mi madre.

Intenté calmarme les juro que si pero nada más no podía, me desesperaba porque necesitaba ver aunque sea por ese pequeño hueco que aún me quedaba.

Mi madre llamó al doctor Spencer, el cual aconsejó que debía tranquilizarme que eso pasaría y que cuando fuera así debía ir directamente a la clínica.

Esto era aún peor que cuando había perdido la vista periférica.

°°°°

Pasó alrededor de una media hora en la que no veía nada más que esa espesa neblina, me dieron té, y tuve que respirar tranquila. Pero cuando ya pude sentir tranquilidad poco a poco sentía como mis ojos estaban húmedos pero que podía lograr ver nuevamente y rompí en llanto.

Yo iba a enloquecer cuando ya esa enfermedad acabara conmigo y la fea oscuridad terminara con la poca luz que aún quedaba en mi, esa que me daba una esperanza y no dejaba que me hundiera completamente.

Podía ver a mi madre y mis amigas sentadas a mi alrededor.

— Mamá — llamé — Ya pasó — termine de articular.

— Ay dios que bueno — la vi ponerse la mano en el pecho respirando tranquila.

— Todo va a estar bien amiga — escuché hablar a Abi por primera vez.

— Si, iremos contigo y tu mamá a la clínica — se unió Esme — Deberíamos ir ya ¿Verdad?

— Si si — espabiló mamá — solo tomó las llaves y vamos.

Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Where stories live. Discover now