—Porque si no lo haces, yo la llevaré conmigo.—

—... ¡____! ¿puedo hablar contigo?—

Fred sonrió victorioso al ver como su hermano finalmente tomaba la iniciativa y se acercaba en un segundo a su amiga.

Solo necesitaba un empujoncito... o mejor dicho, una amenaza.

—¿qué pasa?—la chica lo miró con una de sus típicas sonrisas, haciéndolo suspirar.

—Yo... quería saber si te gustaría venir al baile conmigo... si no tienes pareja aún... y si tienes ganas.—rascó su nuca apenado.

—Claro, será divertido.—

—¿de verdad?—asintió.

—La verdad es que no tenía muchas ganas de ir... pero seguro la pasaremos bien juntos.—

La llegada de la profesora Sprout interrumpió la pequeña escena, pidiéndoles que se ubicaran en sus lugares y a los gemelos que se marcharan.
Durante el resto de la clase, Ron mantuvo la mirada en la chica a unos metros de distancia, pensando en cómo podría confesarle sus sentimientos y si realmente sería correspondido.

°•°

—¿de verdad la invitaste? Vaya, creí que no te animarías.—Seamus miraba divertido como el colorado caminaba de un lado al otro a los pies de la escalera.

—No quiero que me vea en este ridículo traje... ¡se reirá de mí!—

—Pues yo creo que es lindo.—Ron se sorprendió al ver a la castaña llegar—. Se ve... rústico.—sonrió.

Ron miraba anonadado lo hermosa que ____ se veía en aquel vestido color vino. No era nada extravagante, todo lo contrario, era bastante simple. Pero en ella se veía increíble.

Todo en ella se veía increíble a los ojos del colorado.

—Estás...—carraspeó—. Estás muy linda.—

—Gracias.—la chica se aferró a su brazo con cariño—. ¿Vamos?—

°•°

Ron se sentía en el cielo.
Siempre había disfrutado de la compañía de la castaña, pues era de esas personas que siempre tenía temas para conversar y poseía el gran don de levantar el ánimo de cualquiera.
Era por eso que el baile, algo que para él resultaba muy aburrido y denso, se estaba convirtiendo en una de las mejores cosas del año.
El gran alboroto y la música a altísimo volumen comenzaron a bajar rápidamente, dejando en su lugar un vals suave.

—Debes poner tus manos en mi cintura.—Ron se exaltó cuando la chica guió sus manos—. ¿no aprendiste nada de bailar con Mcgonagall?—

—P-pues estaba más concentrado en no mirarla demasiado a los ojos.—la castaña rió.

El cuerpo del pelirrojo se tensó por completo cuando ____ subió las manos y las entrelazó en su cuello con suavidad, pegándose más a él.

—¿te sientes bien? Te ves algo pálido.—

—S-sí sí, estoy bien.—respondió de inmediato con miedo de que ella se alejara—. Es solo que... n-no sé muy bien cómo moverme.—

—Tiene que ser una broma, es el baile más simple de todos. Solo... te mueves de un lado a otro...—la chica terminó de eliminar la distancia y se pegó a su pecho—. Y te dejas llevar... ¿lo ves? Muy fácil.—

Ron casi se olvidaba de cómo respirar, sentía que su corazón en cualquier momento se le escaparía por la boca. Pero sabía que ese era un momento que posiblemente no volvería a repetirse y debía aprovecharlo al máximo.
Rodeó aún más a la chica entre sus brazos, estrachándola con cariño.
Por su parte, la castaña disfrutaba enormemente el dulce aroma a chocolate que emanaba el Weasley y los reconfortantes latidos de su corazón que retumbaban en su mejilla.

—¿Estuviste comiendo grageas... o ranas de chocolate?—

—... ¿ambas?—

—Fred me regaló algunas ranas especiales, vienen con cartas holográficas.—Ron resopló.

—Ese tonto... a mi me las quería cobrar 15 galeones cada una.—la chica soltó una risita contra su pecho.

—¿celoso?—

—Te sobornan... es obvio que así serán tus Weasley favoritos.—la chica se separó un poco de Ron.

—¿Weasley favorito?—

—Soy el tercero después de Fred y George...—

La música se detuvo y aplausos fugaces comenzaron a escucharse.

—No tengo una lista Weasley, Ronald... y de tenerla, tú no serías el tercero.—apoyó su mano sobre la pecosa mejilla del pelirrojo—. Serías el primero...—

Ron tragó en seco cuando la chica lo miró fijamente y posó la mirada en sus labios.

—B-bueno, si soy el primero... ¿significa que me quieres... un poquito?—

____ unió sus labios con los de Ron, sacándole todas esas dudas que lo atormentaban desde hace tiempo.

Ella sí le correspondía.

—Megustasdesdeprimeraño____.—soltó en un arranque de nervios el colorado, haciendo que la chica sonriera.

—Tú también me gustas, Weasley número uno.—

A lo lejos, Fred y George le lanzaban besos voladores a su hermano, quien a esas alturas ya no le importaba nada ajeno al pequeño momento que estaba viviendo junto a la castaña.

A lo lejos, Fred y George le lanzaban besos voladores a su hermano, quien a esas alturas ya no le importaba nada ajeno al pequeño momento que estaba viviendo junto a la castaña

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