EXTRA III. EL DÍA MÁS ESPERADO

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La muchacha frunció el ceño irresoluta.

—No entiendo. —Sonrió incrédula—. ¿A qué te refieres?

El varón se arrimó más a ella, estudiando sus facciones con cariño.

—Pues me refiero a que es muy afortunado de tenerte. —Inspiró profundo—. Porque va a casarse con la chica más maravillosa que jamás he conocido y de la que me alegra poder decir que es mi mejor amiga.

Una fina capa de lágrimas se formó en los zafiros de la joven, quien de un impulso se abrazó al cuello del zagal.

—Te quiero, Luka.

Él correspondió a su abrazo, acariciando su espalda con un fino roce de sus yemas.

—Y yo a ti, Fresita. —Besó su coronilla, luego apartándola para mirarla directamente a los ojos—. Y ahora, ¿Qué te parece si vamos a la iglesia? No sea que el novio piense que te has fugado.

Marinette asintió entre risas, colgándose del brazo de su amigo para salir de la habitación ya preparada para su gran día. Ambos bajaron las escaleras con cuidado, siendo sorprendidos por los fotógrafos al llegar al recibidor.

Ella era la estrella. El centro de atención de aquella fecha mágica que quedaría grabada en su memoria hasta la posteridad. Sentía como los nervios la embargaban, agradeciendo que la falda del vestido ocultara sus temblorosas piernas.

No estaba acostumbrada a ser la protagonista, y en aquel día no iba a pasar desapercibida por nadie. Después de tomarse algunas fotos junto a Luka y sus padres, los cuatro se subieron en una flamante limusina que aguardaba en la acera de enfrente de su casa.

Todo estaba transcurriendo muy rápido, o eso pensaba Marinette al fijar la mirada en la ventana de su lado del vehículo.

—Estás deslumbrante, cariño. —Aduló Tom con un nudo en la garganta—. Parece mentira que vayas a casarte... —Sonrió de forma sentida—. Todavía parece ayer que gateabas por casa, y ahora...

Su hija lo miró con afecto, sonriendo con la calma que en esos momentos podía aparentar.

—Todo estará bien, papá. —Tomó sus manos en un gesto afectuoso.

—Lo sé. —Murmuró el hombre, aclarándose la garganta y adquiriendo una expresión más seria—. Y si no es así, me encargaré de que Adrien pague por ello.

—Así se habla, Tom.

Marinette fulminó con la mirada a su amigo, quien en el acto guardó silencio y se relajó en el asiento. No tardaron demasiado en llegar a destino que la limusina se detuvo en la entrada de la iglesia.

Casi todo el mundo ya se encontraba en el interior. Aguardando expectantes por la aparición de la novia.

—Iré adelantándome. —Enunció Luka, abandonando el vehículo a la vez que ofrecía su mano a Sabine—. ¿Me acompaña, señora Cheng?

—Claro. —La mujer aceptó la ayuda del muchacho, no sin antes entregarle el ramo de flores a su hija—. Nos vemos dentro.

Tanto Tom como la joven confirmaron mientras esperaban en el vehículo. Quedándose en silencio al ver a través del cristal como Sabine y Luka subían las escaleras hasta la prominente puerta del edificio.

||+18|| ▪TURN ME ON ▪                  ➤ ADRINETTEOnde histórias criam vida. Descubra agora