No te vayas | Final

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Cuando termino de leer la última carta, la hoja resbala de mis manos y cae a mis pies exactamente donde se encuentran los restos de mi alma.

Tengo la mente en blanco. Mi cabeza no asimila la información que acaban de entregarme más de veinte cartas escritas por el sujeto que salvó mi vida.

Entonces aquél hermoso ángel que se aparecía todas las noches en mis sueños era real. Aquél precioso ser que impidió que me suicidara, aquél que abrió mis ojos y me hizo ver que la vida era mucho más que una escala de grises sí existe.

Sigo sin poder creérmelo. Me cuesta trabajo poner las ideas en orden, siento que esto es parte de otro sueño.

Me siento hasta un tanto mareado ¿esto no es parte de alguna broma?

Imposible. Es absolutamente imposible que alguien pudiera conocerme tan bien como él... Y es que estuvo a mi lado todo el tiempo ¿cómo no lo vi antes?

Él vino a mí esperando la más mínima muestra de cariño como una palabra y yo fui ciego, no lo vi a pesar de que lo tuve frente a mis narices por casi dos años.

Taehyung y Jungkook tenían razón.

¡Todo este tiempo comiéndome la cabeza pensando que estaba volviéndome loco! ¡Los niños me lo dijeron, estuvo allí todo el tiempo!

De una patada a la caja me pongo de pie y me llevo las manos a la cara. Siento que quiero vomitar, estoy mareado y la habitación me da vueltas.

- ¡Todo este tiempo tuve a un ángel viviendo conmigo! - grito pasándome las manos por el cabello como si quisiera arrancármelo de cuajo - ¡Soy un ciego de mierda!

No lo soporto más y corro al baño para vaciar mi estómago en el excusado.
Me siento como la persona más imbécil del mundo.

- Tuve a un ángel conmigo - comienzo a reír como un desquiciado - ¡Un ángel! ¡No me lo puedo creer!

Me echo a reír en la soledad de mi cuarto de baño mezclando las risas con llanto. Me echo a llorar de repente y no puedo parar.

- Tuve a un ángel cuidando mis sueños - sollozo desparramado sobre el piso de cerámica - Él cuidó de mí todo este tiempo y ahora se ha ido para siempre...

Sigue sin caberme en la cabeza como pudo un ser tan precioso como él enamorarse de un desgraciado como yo. No tengo absolutamente nada bueno que ofrecerle a la gente, ¡y mucho menos a alguien como él!

Me arrastro por el piso hasta la puerta del baño y me reincorporo sintiendo mis piernas tambalear. Mi cuerpo tiembla y mi corazón late a máxima velocidad.

- Tengo que ir por él.

Rápidamente agarro las llaves de casa, calzo mis zapatos y echo a correr hasta la entrada.

Desafortunadamente me estrello con una persona que estuvo a punto de tocar el timbre y ambos caemos por el pórtico.

- ¡Maldición, mi espalda! - se quejó SeokJin desde el piso - ¿Dónde vas?

No tengo tiempo para perder con mi mejor amigo, así que me levanto ignorando el dolor punzante en mi brazo para coger la bicicleta y montarme encima.

- ¡Él existe, Jin! ¡Él existe!

- ¡¿Quién?! - me pregunta aun sin levantarse del piso.

- ¡El amor de mi vida! - grito comenzando a pedalear. Solo pido al cielo no llegar demasiado tarde.

- ¡Dejaste la puerta abierta, zopenco!

Tengo que llegar con él, tengo que llegar con él.

Apenas llevaba una cuadra recorrida, pero la bicicleta resbaló y por poco me caigo de narices. Sin embargo, como tengo la adrenalina cargada a full y mis ansias por encontrarlo son más grandes, he desarrollado mis reflejos para equilibrar la bicicleta y seguir lo más veloz posible hasta la iglesia del padre Hyun.

QUERIDA ALMA GEMELA | YOONMINМесто, где живут истории. Откройте их для себя