Una mañana abrazados.

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La joven castaña despertó de a poco, acurrucándose en lo que creía era una almohada.

La mañana se veía cálida, con la luz del sol de un relajante color naranja, como el ambiente de otoño. La joven seguía pensando en su familia, imaginándola con los ojos cerrados, sintiendo sin cuestionar las caricias que estaba recibiendo en la cabeza. Miró hacia arriba lentamente, notando como estaba abrazada de Jack. Sus mejillas se abandonaron de un tierno rojo, cosa que Jack notó, pues él llevaba ya bastante despierto.

No se dijeron nada. Jack la seguía acariciando y ella no quiso apartarse. Jack le trasmitía la seguridad que le trasmitía estar con su familia, pero distinta. La castaña sentía en su estomago un enjambre de mariposas vueltas locas cada vez que estaban juntos, y su pecho seguía el ritmo acelerado de un fuerte tambor. Esas sensaciones le incomodaban. Le tenia miedo a lo que eran, pues nunca se sintió así antes.

En Jack la sensación era muy distinta. Estar con la joven le causaba paz, la misma que le trasmitía la navidad hace un tiempo. No se sentía solo, sentía que a su lado tenia la solución a su dolor, que esa chica lo ayudaría a no sentirse completo. Para él, ella era la pieza que faltaba para sentir la mayor felicidad.

-Jack.

Llamó de forma tierna la castaña.

-Dime.

La joven no respondió. Pareció acurrucarse mucho mas sobre el pecho del rey, y también Jack pudo notar una sonrisa.

-No, nada.

Dijo cerrando sus ojos, sin tratar de dormir, solo disfrutando el momento.

-Yo si te quiero decir algo.

Mencionó Jack. _____ levantó un poco la cabeza para verlo. Se notó su sorpresa y algo de temor, Jack al instante se aclaró.

-No es nada malo, solo quería aclarar algo.

Corrigió sentándose en la cama, viendo a los ojos a la castaña que amaba también sentada en la cama.

-¿Por que me habías estado evitando? ¿Te molestó algo que hice, o ya no quieres estar conmigo?

-¡No! No es eso, eso fue porque...

-¿Por que?

Repitió Jack. _____ desvío la mirada, se veía apenada. A Jack no le gustaba para nada verla así, tomó su mejilla y la hizo verlo, parecía que se pondría a llorar, pero Jack inmediatamente la calmó acariciándola.

-Unos aldeanos creían que tu y yo éramos algo. Supuse que si comenzaban a haber ese tipo de rumores, te alejarías mucho de mi para evitarlos. Creí que ya no seriamos amigos, que ya no me ibas a querer... -los ojos avellana de la chica comenzaron a cristalizarse, alarmando a Jack- Quería alejarme de a poco, pero, estando junto a ti me siento mal. Mi estomago tiene sensaciones raras y mi pecho me duele cuando no estas conmigo. No te quiero causar problemas, pero soy muy dependiente a ti... No me gusta eso...

De pronto la castaña estaba llorando. Se llevó las manos a los ojos y se limpiaba las lagrimas. Jack la abrazó y acariciaba su espalda para tranquilizarla.

El rey comprendió que, la castaña tenia miedo de sus sentimientos, supuso que nunca antes había tenido esas emociones y por ellos no sabia como reaccionar a ellas. Él también se sentía confundido, estaba mal por hacer que _____ llorara, se sentía mal desde anoche por ella al saber que estaba mal por su familia. Pero también se sentía feliz, pues de forma inocente e indirecta, la joven le confeso a Jack que lo amaba.

Sonrió un poco sobre la cabeza de la castaña, quien ya se había calmado.

-Te quiero. -dijo de pronto la castaña- te quiero mucho, mucho, mucho mucho.

Le seguía sorprendido la inocencia en sus palabras, pero seguía feliz. Sus sentimientos eran correspondidos, pero no haría nada, preferida que ella se diera cuenta de que lo que sentía era amor. Y él la estaría esperando con los brazos abiertos.

Historia hecha realidad [Jack Skeleton X ti]Where stories live. Discover now