-Pero... -la interrumpí.

-Solo piénsalo, la decisión que tomes sabes muy bien que siempre la apoyaremos -solo asintió dudosa y seguimos buscando lo que ellas decían perfecto para la cena.

Mis amiga consiguieron lo que tanto buscaban y lo que para ellas era perfecto para la cena con mi Papá doctor y mi novio... ¡Mi novio! Cada vez se oía mejor.

Ahora solo peleaban y decidían que sería mejor hacer con mi rebelde cabello, yo por dentro estaba que gritaba de felicidad, porque sabía que la noche pintaba que sería la mejor y porque mi amiga aún no salía de la habitación de mi hermano, lo que significaba solo una sola cosa.

Pero no todo podía ser color de rosa en mi vida.

°°°

Las chicas se decidieron por un vestido suelto color blanco, zapatos de tacón bajo y con mi rebelde cabello decidieron alisarlo. Pero rehuce al principio pero no me quedó de otra, fue torturador para mi maltratar mi cabello de esa manera.

Me llegaba un poco más abajo de las caderas, si mi cabello ya de por si era largo, de esa forma parecía una Rapunzel morena. Más el maquillaje me sentía hermosa, pero me cohibía ciertas cosas.

Estaba esperando con ansias que llegara mi príncipe por así decirlo, las manos me sudaban y temblaban. Además de que había quedado con una sonrisa plantada en el rostro al ver a mi amiga salir de la habitación de mi hermano y luego de la casa con una sonrisa más grande que ella.

Mason tardó más de lo que debería y mis nervios no ayudaban a ello, por lo que estaba casi resignada en la cocina con mamá dado que nisiquiera me había respondido los mensajes, no había quitado mi sonrisa todo el día al saber que lo vería hoy, pero fue más fácil borrarla que plantarla en mis rostro.

Pero una hora tarde tocaron al timbre de la casa y mamá se puso de pie como si coaccionaran un resorte y saliera volando de su sitio, así que la seguí para ver el rostro que tanto anhele ver toda la tarde con una mueca de vergüenza y sin poder articular alguna palabra.

-¿Hijo que sucedió? -fue mamá quién rompió el silencio.

-Lamento todo, tuve unos inconvenientes, espero me puedan disculpar -aun seguía en la puerta sin dar indicios de querer entrar.

-Pero pasa hijo, ¿Quieres algo de tomar? -mi mamá lo tomó del brazo y lo hizo entrar.

-No tranquila, ¿Puedo hablar unos minutos contigo? -su vista se posó por fin en mi dado que había evitado verme desde que mamá abrió la puerta.

Solo asentí y pase por su lado guiándolo a la sala, me había puesto muy nerviosa, estaba comportándose muy distinto, su cara no pintaba nada bueno y pase de estar un poco nerviosa y molesta a preocupada en menos de unos minutos.

-¿Estás bien? -fue lo único que pude articular.

-Sí, sí ojitos, no te preocupes -tomó mi mano y nos sentamos frente a frente.

-¿Entonces por qué llegaste tarde y cargas esa cara? -trataba de indagar.

-Tuve algunos problemas que luego te podré aclarar -acarició mi mejilla -Mi padre aún está dispuesto a cenar con nosotros, ¿Aún te apetece ir?

-Sí, pero... ¿Seguro que estás bien?

Sus ojos no brillaban como antes, tenía dias notandolo un poco raro, pero su cariño seguía siendo el mismo por lo que lo pasé por alto y solo esperaba que su silencio y cambio no fuera nada malo.

-Sí mi vida, no te preocupes, ¿Vamos? -se paró y me tendió la mano.

-Está bien, pero me debes una charla, ¿Está bien? -solo asintió y me dio un leve beso en los labios -¡MAMÁ!

Cuando asomó apenas su cabeza por el umbral le informe lo que haría y me fui tomada de la mano de Mason que aún así seguía estando un poco distante y no dejaba de ver el teléfono de vez en vez.

°°°

Mi querido y amado doctor me recibió con brazos abiertos alargando mi vestuario y sorprendido con el cambio en mi cabello, tomé el cumplido un poco apenada y pasamos a la casa.

Toda la tarde para impresionarlo a él y la que terminó sorprendida por su cambio fue otra, pero no echaría mi preocupación en saco roto, si no me lo decía en ese momento lo averiguaría yo sola.

¡Me lo propuse y lo logré!

°°°

Una cena tranquila, hablando de todo menos de problemas médicos, eso me mantenía la cena más que tranquila y feliz viendo fuera de lo laboral a mi doctor, pero Mason seguía ausente, una que otra sonrisa, una opinión o un leve apretón de manos bajo la mesa.

Estaba preocupado por algo, ya lo había notado cuando no dejaba de ver su teléfono cada que podía, lo que me tenía la cabeza hecha un lío, porque desde que lo conocí noté que era la persona más tranquila y pacífica que pude conocer me era increíble un cambio tan drástico si ese hombre había hecho que yo quisiera volver a vivir y justo parecía que quien no quería vivir era otro.

Su padre solo lo miraba de reojo sin opinar nada sobre su actitud tan distante durante toda la cena. Lo conocía tanto o más que yo, una persona parlanchina tan callada era algo notorio a kilómetros y años luz.

Todo se tornó distinto cuando por una vez en la mesa se concentró en la pantalla de su celular y una lágrima bajó por su mejilla y la limpio disimuladamente.

Pidió disculpas y se retiró de la mesa dejándome a mi y a su padre con la mandíbula rozando la mesa.

Pidió disculpas y se retiró de la mesa dejándome a mi y a su padre con la mandíbula rozando la mesa

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Si No Veo Tus Ojos [Corrigiendo]Where stories live. Discover now