CAPÍTULO XXII

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PEQUEÑO PROBLEMA 

     Estaba muy feliz, al fín estaba con mi hermana después de tanto tiempo, estaba algo pálida y delgada, me daba mucho que pensar de todo lo que habría pasado, después de todo aún es una niña, o bueno, lo es para mí. La euforia de encontrarla y a la misma vez lo cada vez más complejo de la situación me tenía algo alterado, el regresar no iba a ser tan fácil, ahora que el sol a vuelto el calor intenso no tendrá compasión alguna, volar con este clima. Sería totalmente distinto.

   Durante el viaje de regreso a la avioneta era evidente que las cosas se complicarían, afortunadamente traje máscaras de gas extra, no nos tomó mucho tiempo llegar, nos apresuramos a subir a la avioneta, mi hermanita nunca había volado así que sería su primera vez, (aunque en una situación muy precaria), "no te asustes Bet, todo saldrá bien si". Moly tomó su puesto de piloto y preparó la nave para el vuelo, estando a punto de despegar un sonido bastante tosco nos detuvo, las agujas del tablero enloquecieron y el motor se apagó de inmediato, las cosas seguían empeorando.

  Luego de varios intentos fallidos la avioneta no quería encender, tal parece que el intenso calor sobre recalentó el motor haciendo enloquecer el tablero, y al parecer se había evaporado casi la mitad del combustible.  No teniamos muchas opciones, y mucho menos tiempo, faltaria mucho hasta el próximo eclipse así que no podíamos esperar, además del riesgo no teníamos provisiones suficientes, la opción era volar sí o sí. Luego de darle muchas vueltas a la situación se me ocurrió la misma idea que tube antes con los autos..

   Le dije a las chicas que me esperaran en la avioneta, Moly atendería a mi hermana mientras yo buscaba aislante térmico debajo de los asientos de los autos cercanos para colocar sobre el follaje de la avioneta, eso al menos disminuye el recalentamiento, será muy provisional pero nos dará un poco más de tiempo, luego de cubrir el motor cubrí el área del tanque y las alas, tenía que disminuir riesgos, estaba al borde del desmayo, el calor extremo y el trabajo me dejaban sin alientos, me estaba literalmente cocinando dentro del traje, luego de varios intentos para encenderlo y a duras penas finalmente arrancó, de nuevo estaríamos volando...

Encierro en las Alturas Onde histórias criam vida. Descubra agora