I Want To... Kill You. ꞋꞌꞋꞌSatzuꞋꞌꞋꞌ |G!P|

IV

Coloqué algo de música en Youtube y me dispuse a revisar los papeles, la música me ayudaba a no volverme loca con tanto trabajo, incluso me llegaba a relajar o distraer.

[...]

Por fin ya había culminado con mi trabajo, bueno, al menos con la mayoría, aún tenía unos papeles pero eran realmente pocos, los miré por encima no eran cosas tan importantes, por lo que se los dejaría a Momo, después de todo nunca le dejaba tanto trabajo así que no se podía quejar.

Escuché mi estómago gruñir reclamando por algo de comida, miré el reloj de mi oficina, marcaba las 10:35 de la noche, sí que era tarde y no había comido nada en todo el día más que una manzana, iba a disponerme a llamar a mi asistente cuando escucho como tocan la puerta, después de darle el permiso de pasar veo a la japonesa con una bandeja de comida.

—Vaya, ¿acaso lees mentes o tienes un super oído? —pregunté, bastante feliz de tener una rica comida frente a mi, sí que tenía hambre.

—No, solo tengo un super instinto de asistente y mejor amiga —Me respondió para después sentarse enfrente mía.

—¿Mejor amiga?, ¿de quién eres mejor amiga? —cuestioné, después de recibir la mala mirada de Momo no pude evitar reír para en seguida comenzar a comer algo apurada.

—De una ardilla —respondió, la miré con una ceja alzada pero no dije nada, estaba ocupada degustando mi comida como para empezar con otra pequeña discusión.

Cuando terminé de comer le pasé los papeles que me faltaban revisar.

—Toma, necesito que me ayudes con estos papeles, son cosas sencillas —mencioné para después recargarme en mi asiento.

—De acuerdo, por cierto, ¿se puede saber para qué llamaste a Joy? —preguntó.

—No tengo información suficiente para planear algo encontra de Chou, por lo que la espiaré para así poder obtener más información —Le respondí como si fuera lo más obvio del mundo.

—¿No es mejor matarla con una francotiradora o algo similar? —Sonreí con malicia para después negar con la cabeza.

—Así no sería divertido, hace tiempo que no me divierto y esta vez lo haré al máximo —respondí aún con esa sonrisa, iba a hacerla sufrir sin duda alguna.

—¿Y si ella se entera de tu existencia y quiere hacer lo mismo contigo? —Esto sí que era raro, ¿por qué Momo de forma tan repentina comenzaba a tener dudas o siquiera miedo?, llevamos años en este negocio y en ninguna ocasión, incluso desde los inicios, jamás demostró miedo por algo, como si desde antes ya hubiera vivido todo lo malo que hay en el mundo como para no tenerle miedo a nada, pero ahora dejaba ver su inseguridad, ¿porqué?, más decidí restarle importancia a aquello, quizás llegado el momento ella me lo explicaría con más detalles.

—Cuando se entere de que estoy compartiendo lugar con ella será demasiado tarde, yo ya tendré la suficiente información para acabarla —Contesté con arrogancia.

—Estás muy confiada, pero esta bien, yo que tu no la subestimaría —Rodé los ojos, ¿por qué se seguía comportando tan cautelosa?, como sea, espero que sea algo del momento al estar en un país diferente que no habíamos pisado hasta ahora.

—Sí, sí, lo que digas, mejor ya ve a trabajar —Ordené de forma desinteresada para volver mi vista a la computadora.

Al oír la orden ella se fue sin más, por lo que me dispuse a buscar más imágenes de Chou Tzuyu, al menos tenía que saber bien como era, la verdad es que no había mirado las imagenes que anteriormente le dejé a Joy, estuve más ocupada leyendo la información para ver si podía sacar algo de ella que en ver si era guapa o no.

Al ver las imágenes me quedé algo sorprendida, sí que era hermosa y bastante, incluso podría llegar a decir que más que yo, es que... En cada foto se veía impecable, su rostro serio y sereno, su cabello lacio pero a veces ondulado, su figura, era simplemente perfe-... Oh no Sana, no te atrevas a terminar ésa palabra.

No, ¿cómo siquiera podía pensar que era más hermosa que yo?, no, imposible, Nayeon me regañaría por pensar tal cosa, además, no puedo pensar así de ella.

Pero tenía que admitir que era bastante guapa...

Suspiré con frustración, "Sana, para, será mejor que dejes de ver fotos de ella y que te concentres en cualquier otra cosa que no sea ella", me regañé mentalmente.

Además, solo es bonita y ya, ¿qué tiene de especial?, nada, y no solo eso, ahora es tu presa, y el depredador jamás cae en las garras de la presa, jamás.