Me levanté de mi asiento y fui directo a mi oficina, aún tenía bastantes cosas que hacer.
[...]
Ya eran las 11 de la noche, no era la única en la empresa pero sí había poca gente, ya que aún no entraban los de el turno nocturno. Bostecé, estaba cansada, era aburrido estar en juntas y ver puros papeles todo el día, a mi lo que me gustaba era estar en la acción, como antes, ir a misiones, pero desde que mi papá murió tuve que encargarme de todo.
Miré un documento, el último del día de hoy, suspiré, al menos ya iba a terminar.
No tardé ni media hora y ya me encontraba en el elevador con una sonrisa, ahora ya podía ir a descansar en mi grande y cómoda cama.
Dicho y hecho ya me encontraba en mi penthouse, más específico en mi cuarto, me cambié para poder dormir, y a los minutos que toqué la cama caí en un sueño profundo.
[...]
A la mañana siguiente desperté por la alarma de mi celular, la apagué y me senté en la cama, me quedé alrededor de unos 5 minutos mirando el suelo, pensando en cualquier cosa con tal de prolongar mi tiempo en casa para pasar aunque sea menos tiempo en la empresa, sin duda tanto papeleo me acabaría matando del aburrimiento.
Me levanté para ir a mi baño, donde hice mis necesidades, salí de éste con una toalla en vuelta en mi cuerpo, me dirigí a mi armario y escogí un traje azul.
Después de vestirme bajé a la primera planta, prendí la televisión y me fui a la cocina para servirme cereal, una vez que lo terminé de preparar volví a la sala para sentarme en el sillón mientras veía las noticias.
No había nada interesante como ya era costumbre, en estos 5 meses no había pasado nada interesante, aburrido.
Cuando terminé de desayunar lavé mi plato y salí de mi penthouse, unos guarda espaldas estaban en mi puerta, como ya era costumbre me acompañaron hacia la entrada del edificio, donde me esperaba mi chófer con otros dos guarda espaldas.
Todo el recorrido a la empresa había sido tranquilo, ya empezaba a aburrirme, quería acción, quería que algo pasara.
Para cuando llegué a la empresa Mina se acercó a mi para decirme todo lo que tenía para hoy, al parecer no era mucho, debido a que ayer había aventajado algunas cosas de hoy.
Después de una charla con la japonesa en el ascensor me dirigí a mi oficina, entré con normalidad y me senté en mi silla.
Vi los papeles arriba de mi escritorio, al parecer tenía razón no era mucho lo que tenía que hacer hoy.
<<Al menos hoy podría salir antes>>, pensé.
Estaba tan inmersa en mi trabajo que no me di cuenta cuando había llegado mi asistente, la miré y me paré de mi lugar para comenzar a caminar con dirección al ascensor, ya sabía por qué venía, era para que le entregara su misión a los novatos.
Entré al lugar donde había acordado verlos, para mi suerte ya estaban todos ahí, eso hablaba bien de ellos, al menos en la puntualidad, me senté en mi lugar con una cara seria.
—Bien, para empezar, todos ustedes trabajarán en un equipo —ellos se miraron, sin embargo no dijeron nada. — ahora, su misión será ir con Kang Daniel, él tiene una empresa de sillones, la cual creció gracias a una suma de dinero que le presté, pero no me a pagado y ya han pasado más de cinco meses, quiero que le roben todo su dinero y que lo maten, para que aprenda que no debe meterse conmigo.
Todos asintieron, se veían nerviosos, los entendía pero debían dejar esos nervios si querían trabajar aquí.
—Ahora, me retiro, Kim Dahyun les terminará de dar todos los detalles que necesiten, la encontrarán en la sala de espionaje, oh, por cierto, si fallan... bueno, será mejor que no fallen —dije, me levanté y fui de ahí, dejando a los chicos un poco más nerviosos.
A la mitad del camino hacia mi oficina me encontré con Jackson, el cual se encontraba extrañamente feliz, digo extraña por que también se veía algo alterado, cuando me vio vino prácticamente corriendo hacia mi.
—Señorita Chou, yo... Tengo información muy valiosa para usted —dijo algo nervioso, yo solo le hice señas de que me siguiera.
Al llegar a mi despacho Mina también entró con nosotros, para cerciorarse de que no escuchara nadie ni que fuera una trampa o algo semejante.
El chino se sentó delante mía, aún se le notaba bastante nervioso.
—Dime qué es lo que tienes para mí —ordené de forma fría y seria.
—Sí, verá, tengo una fuente, la cual se conecta con los que suben los rankings de quién es el mafioso número uno, el próximo domingo va a subir el ranking y... —le hice un gesto para que continuara, ahora se veía más nervioso ¿qué le pasaba?. —y... Usted ahora está junto con otra persona en el puesto 1.
Lo miré confundida, ¿había escuchado mal?, ¿habló en chino y entendí algo diferente?
—¿Qué?, ¿puedes volver a repetirlo?, creo que no te escuché bien—Dije con serenidad a la vez que pasaba toda mi atención a él, esperando que me dijera cualquier otra cosa menos lo que había entendido hace segundos atrás.
—Bueno... Lo que dije fue que... —Pude notar como se removió en su lugar aún bastante nervioso e incómodo mientras bajaba la mirada a sus manos—... Esta compartiendo el lugar número 1 del Ranking con otra persona...
Me quedé viéndolo, sorprendida, nunca había pensado que eso se podía, y si es así, quiere decir que, ¿aquella persona es igual de buena que yo?, sonreí, con diversión y arrogancia.
—¿en serio?, no me digas... ¿Y cómo dices que se llama? —cuestioné, sin apartar mi mirada del joven enfrente de mío.
—Minatozaki Sana... A lo que escuché viene de Japón.
—Entiendo, ¿es todo? —pregunté con interés, ahora que sabía sobre mi nueva rival, cualquier cosa de ella me sería útil.
—De momento no... Es todo lo que tengo Señorita Chou, pero- —levanté la mano para que parara de hablar.
—Está bien, gracias por la información, te puedes marchar, pero, necesito más información sobre ella —Hablé mirando a Mina y a Jackson, los cuales entendieron la orden que estaba dando, por lo que vi un leve asentimiento de cabeza por parte de ambos, y sin más los vi salir a ambos por la gran puerta de madera oscura.
Minatozaki... Minatozaki Sana, ¿serás mi nuevo juguete?.
BINABASA MO ANG
I Want To... Kill You. ꞋꞌꞋꞌSatzuꞋꞌꞋꞌ |G!P|
FanfictionEstábamos a escasos centímetros una de la otra, nuestras respiraciones agitadas era lo único que se escuchaba en aquella habitación. Las dos con sonrisas arrogantes e irónicas, pero al mismo tiempo llenas de... ¿Felicidad?, sí, felicidad. -Había soñ...
