116.- Después de una gran fiesta

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A la mañana siguiente, Candy se sentía demasiado bien, estaba en el Hogar de Pony y dormía junto con Annie en la cama que compartían cuando eran niñas.

El día anterior había sido muy divertido para Candy, había gritado los nombres de los tres chicos que quiere en la colina de Pony y que ya no volverá a ver jamás a: Anthony, Stear, y Terry.

Había liberado toda la tristeza que su corazón contenía y luego al fin había visto al Principe de la Colina quien resultó ser Albert, quién también es el Tío abuelo William.

Nada podía mejorar su día, ya tenía todo lo que deseaba. Después de la fiesta Albert y Archie regresaron a la mansión Ardley, y Annie se quedó con Candy en el Hogar de Pony.

Ambas despertaron felices con sus carcajadas.

Salieron de la habitación y caminaron hacia donde la señorita Pony y la Hermana María estaban, sentadas mirando unos papeles.

-¡Buenos días Señorita Pony, Hermana María! -grito Candy con su hermosa sonrisa.

Las dos Madres voltearon a ver a Candy y a Annie quien estaba a su lado.

-Buenos días Candy -se dirigieron a Annie-buenos días Annie...

-Buenos días hermanas -dijo Annie con la voz serena y delicada.

Candy tenía tantas ganas de hablar con Albert, no había tenido bastante tiempo para hablarle sobre todas sus dudas y decidió ir a visitarlo.

-Señorita Pony, Hermana María... quiero ir a ver a Albert... ¿podría ir?

-Por supuesto Candy, no nos tienes que pedir permiso... porque ahora vives con ellos ¿recuerdas? -dijo la señorita Pony.

Candy estaba un poco avergonzada, ya que le había dicho a la Tía Abuela Elroy que ya no quería ser mas una Ardley y tenía miedo de que la Tía abuela se lo haya dicho a Albert y que él haya aceptado, así que necesitaba ir inmediatamente a ver a Albert.

-vamos Annie... -dijo Candy agarrando la mano de la joven y ambas salieron corriendo hacía la casa de los Ardley.

-Candy... ¿a qué vamos a ver a Albert? -preguntó Annie con la respiración entre cortada.

-necesito aclarar algunas cosas...

Cuando Candy y Annie llegaron a la mansión Ardley, vieron a George, el asistente personal de Albert, que subía las escaleras.

-¡Buen día George! -gritó Candy saludando a George con su mano y una sonrisa, George volteó a ver a Candy.

-Buen dia Señorita Candy, señorita Annie -dijo y Annie también lo saludó.

-George, ¿sabe en dónde está Albert? digo... ¿el Abuelo William? -preguntó Candy avergonzada al corregirse.

-El señor William debe estar en su despacho... acompañeme por favor... -dijo George volviendo su camino hacia las escaleras.

-Hola Annie, Candy, buenos días.... -dijo Archie quien estaba saliendo de una gran puerta.

-Archie... buenos días -dijo Annie corriendo hacia él con los brazos abiertos.

Archie la recibió y Candy al verlos sintió que un gran vacío inundaba otra vez su corazón, había dejado de pensar en la persona que causaba ese dolor, entonces saludó a Archie.

-Hola Archie, buen día... -su voz se apagaba y ella se dió cuenta y trató de alegrarse -bueno, nos vemos después voy a ver a Albert.

-Adios Candy -dijo la pareja.

Rápidamente los dejó a los dos solos.

Al dar media vuelta el rostro de Candy había cambiado, ella sentía tantas ganas de llorar aunque se sentía feliz por un lado, necesitaba olvidar lo más pronto posible a Terry pero su corazón no se lo permitía.

Camino abrazada de sí misma, y sumida en sus pensamientos.

Terry está con Susana, aunque Terry no la ame... espero que corresponda los sentimientos de ella...

Candy se dió cuenta de que George se había detenido y estaba de espaldas a ella, Candy sintió sus mejillas húmedas había llorado.

-No se preocupe señorita Candy, no tiene por qué estar triste... -la consoló George sin verla, tal vez dándole espacio.

Candy se dió cuenta de ello, del por qué George le había dado la espalda, para que ella no se sintiera mal y ella sonrió secándose su cara.

-no te preocupes George... sólo son recuerdos de felicidad -mintió.

-Bueno... aquí es... el despacho del señor William...

Candy se puso delante de la puerta, aquel momento le recordó la primera vez que vió al Abuelo William, sentía nervios.

Candy Candy, Mi Final.Where stories live. Discover now