🌱𝕆𝕟𝕚𝕚-𝕔𝕙𝕒𝕟🌱 ᵈᵉᵏᵘˣᵗᵒᵈᵒˢ

O9

Cierto chico pecoso, y de rechonchas mejillas, iba detrás de su compañero bicolor, alías el amor de su vida, a.k.a crush e amor imposible. Estaba nervioso, muy claramente, y además de que algunos les vieron raro al retirarse los dos juntos, pero no era eso lo que le inquietaba, más bién era sobre que estaría a solas con Todoroki.

En su cuarto.

Pero más importante, además de quedarse sin uñas de tanto morderselas por la ansiedad, ¿que quería el bicolor de él? Es decir, nunca creyó, ni en sus sueños siquiera, que el chico le pediría ir a su habitación, a pesar de que sea por pura amistad, aunque le doliera decirlo.

— ¿Te encuentras bién, Midoriya? —preguntó el más alto, al ver algo pálido al chico, aunque a decir verdad el tampoco estába mejor, era algo vergonzoso lo que estaba por pedirle y aún se estaba preparando mentalmente para no morirse si era rechazado o tan solo si el otro se burlaba de el.

— ¡S-si! Solo que... Estoy algo preocupado por lo de Shinsō-san —aunque de cierta manera, no estaba mintiendo del todo, el peli morado se había convertido en alguien muy valioso para él, así que esperaba que el otro se pudiese quedar en el área de héroes, aunque eso implicará que uno de su clase debiese irse.

Con respecto a eso, no hay muchas explicaciones al respecto, por alguna razón, en la clase 1-A solo podían prevalecer los más fuertes, por ello, no podían mantener a muchos estudiantes allí, ya que debían desarrollar a los veinte elegidos. Para el peliverde, hasta podría irse el mismo, por autodestruirse cada vez que peleaba o hacia prácticas donde debía de usar su quirk.

Pero quería que Shinsō se quedase en el área de héroes, porqué sabía que era alguién que anhelaba ser un héroe de corazón.

— ¿Shinsō? —pregunto algo curioso, pero recordó que el ojeroso estaría de ahora en más con ellos — Ahh, creó qué no deberías de preocuparte demasiado, su quirk puede ser muy bueno si logra controlarlo a voluntad.

— Creó que tienes razón, me había dicho qué se encontraba entrenando desde hace un tiempo con Aizawa-sensei —recordó a secas, en una de las tantas charlas que tuvieron en el almuerzo.

Estaban tan metidos en su charla, que no vieron unas cabelleras a sus espaldas, quienes miraban a escondidas los hechos.

— Cuidadito con lo que harás, Todoroki Shōto —habló entre murmuros un pelirrojo, quien ardía en celos internamente.

— ¿Porque no se me ocurrió esa jugada? —dijo Denki, quién comía de sus snacks, indignado hasta la médula.

— Les pido muy amablemente, que hagan silenció —dijo una muy enojada Yaoyorozu, ya cansada de que ese dúo no le dejara oír la charla del Tododeku.

De un momento a otro, el dúo que estába solamente siendo observado y no acosado, claro que no, ¿quien quisiera espiar al Tododeku? Nadie por supuesto, entró a la habitación del bicolor, tanto que el trío que estaba a la expectativa tuvó un ataque de pánico.