Our Story

Golf. Capítulo 23.

–Entonces vamos por helado –le sonreí y de la misma tranquila forma regresamos hasta entrar al comedor. Nos sentamos en una mesa y Camila pidió helado mientras yo pedí un trozo de pastel.

–Engordaran con tanto dulce –Katherine se sentó en la misma mesa que nosotras.

–A mí no me importa ¿a ti Lolo? –negué tomando la mano de mi novia sobre la mesa.

–Tengo que disculparme con ustedes –dijo Katherine dejando su libro sobre la mesa y quitándose sus lentes de sol.

– ¿A qué te refieres? –la miramos con un claro semblante de confusión.

–Sé qué lo que te dije anoche te debió haber hecho sentir insegura con respecto a tus padres y su relación –la última palabra la dijo en un casi susurro –Pero al parecer Chris realmente no quiere que se lo cuentes a tus padres –cerré los ojos y suspiré.

–Así que lo de Pierre... –antes de terminar me interrumpió negando con la cabeza.

–Eso es verdad, te he dicho la verdad acerca de nosotros y por lo mismo te digo que estoy con ustedes. Que deben luchar por lo suyo sin importar qué, siempre y cuando estén seguras de lo que siente la una por la otra.

–Gracias Kathy –dijo Camz sonriéndole con sinceridad.

–No tienes por qué agradecerme –nos sonrió. Ella se veía diferente comparada con la Katherine de anoche.

Las tres estuvimos platicando un poco de todo. Camila estaba fascinada por el acento de nuestra nueva amiga.

 – ¿Qué les parece si jugamos un poco de golf? –propuse y Katherine aceptó pero Camz dudó.

–Pero yo no sé jugar –explicó sonrojada.

–No importa, estoy segura de que para Lauren no será una molestia enseñarte –sonrió divertida.

–Ninguna molestia –le sonreí a mi novia afirmando lo antes dicho.

–Está bien –aceptó.

POV Camila

Nos acercamos al primer hoyo. Un chico llevaba los palos de golf y manejaba nuestro carrito.

–Bien, te cedo el primer tiro Williams –retó mi novia quien tenía esa mirada retadora tan sexy. Moría por besarla en ese mismo instante.

–Perfecto, pero no creo que intentes superar mi hoyo en uno Jauregui –señaló a Lauren con su palo de golf y sonrió.

Mi ojiverde se paró junto a mí, tomó mi mano y la besó.

– ¿En qué piensas? –preguntó mirándome con el ceño fruncido. Con las yemas de mis dedos acaricié su rostro, relajo sus facciones.

–Amo cuando haces eso –dijo con una sonrisa y un tono de voz tan dulce que aumentaron mis ganas de besarla.

–Es que no me gusta ver como tensas los músculos de tu rostro –dije fingiendo seriedad.

Katherine se aclaró la garganta  – ¿Podrían guardar silencio un segundo? Me desconcentran –decía mientras acomodaba el mango del palo entre sus manos.

En su primer tiro falló y le tocó a Lauren.

–Aprende lo que es un hoyo en uno Williams –bromeó y yo sólo podía ver en cámara lenta como se inclinaba un poco hacia adelante, entreabría sus piernas al compás de sus hombros, como tomaba el mango entre sus manos y humedecía sus labios con la punta de su lengua.

En ese momento la desee como nunca antes. Descubrí que mi cuerpo percibía una corriente pasar por todo mi cuerpo.

–Creo que deberías cerrar la boca Camila, estas a punto de babear –Katherine interrumpió mis pensamientos y se lo agradecí en cierta forma ya que no quería lanzarme a ella enfrente de todo el club.