25: Entre el cielo y el infierno, parte 2

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Canción:
-To each his own
-Surrender

Jaemin tragó saliva.

Un joven alfa de no más que dieciocho años sacó una flecha desde su espalda y estiró el arco, listo para disparar en cuanto fuese dada la orden.

Jaemin no cerró los ojos, incluso cuando la flecha apuntó a su corazón, él procuró mirar fijamente la cabeza del alfa líder, esperando ser quien le apuñale por la espalda.

Había visto el ritual una vez en su infancia. Y tal como lo recordaba, una anciana del concejo se acercó hacia él, manchándole el costado del cuello, sobre el pulso, la cruz roja de sangre. Una señal de destierro entre los lobos.

No tenía miedo. Ya ni siquiera pensaba realmente.

Una vez, cuando apenas podía alcanzar la cadera de su madre, él escuchó decir a un concejal que los destierros eran meras excusas para terminar con futuros daños colaterales y cabos sueltos.

Jaemin no había entendido esas palabras, ni siquiera debería de haberlas escuchadas, pero llevado por su vena traviesa, Jaemin se había escondido en el gran salón de reuniones. Él solo quería ganar a las escondidas contra Yukhei, pero terminó escuchando algo que años después cobró sentido.

Jaemin era un cabo suelto, uno que traería demasiados daños colaterales.

Solo una persona --Además de su madre-- parecía querer saltar sobre el líder y salvar a Jaemin. El pequeño Jisung sería un buen alfa, pero seguía siendo apenas un adolescente escuálido y de voz quebradiza. El corazón de Jaemin se rompió un poco cuando le vio llorar con desespero, con las manos apretadas contra el pecho y los hombros siendo sujetados por su padre.

El papá omega de Yukhei también le estaba mirando con desconsuelo, con una mirada que parecía decir "me gustaría que las cosas hubiesen sido diferentes".

Si, a Jaemin también le hubiese gustado eso.

-¡Disparen!

El silencio cruzó el lugar, los corazones se dispararon, los pulsos corrieron de forma difusa mientras los ojos de los niños eran tapados y las miradas frías de los adultos se posaban sobre Jaemin.

El arquero contuvo el aliento, sus ojos se encontraron con los de Jaemin una décima de segundo antes de tensar el arco, y la flecha fue disparada.

Jaemin cerró los ojos esperando sentir el arma blanca abriéndose paso en su carne y la sangre salpicando las raíces del árbol...

Sin embargo, solo hubo silencio...Y luego gritos.

Jaemin abrió los ojos para ver la flecha clavada justo al lado de su cabeza, incluso el filo había hecho un pequeño tajo en su mejilla, pero no había un corazón atravesado o un túnel de luz blanca frente a él.

Y así, en ese instante, mientras lloraba, le vio...

Jeno lucía realmente fuera de su mente. Era la viva imagen de un monstruo demente, con sangre en sus manos y rostro, de ojos inyectados de color rojo vibrando de ira, y una sonrisa tétrica que hizo incluso a Jaemin agitarse.

Pero Jaemin también debió de haberse vuelto loco, porque él jodidamente estaba sonriendo de oreja a oreja, a pesar de que el cuerpo del arquero estuviese ahora sin vida a los pies de su vampiro.

Por el rabillo del ojo vio a Taeyong destruyendo el cuello del gran alfa que le había atado al árbol. Luego un enorme lobo lanzó a Mark a los pies de Jaemin.

-Hola- dijo Mark, mostrándole una sonrisa divertida, casi infantil. El pecho de Jaemin se estrujó, pero Mark desapareció para llevar al enorme animal hacia el suelo.

Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}Where stories live. Discover now