6. Jaemin

15.3K 1.9K 3.2K
                                    



Sentado en la vieja banqueta frente al piano desafinado, mis dedos intentaban interpretar una rara y mecánica versión de Claro de Luna. Taeil hyung era un buen maestro, pero yo estaba oxidado así que Beethoven debía de estar revolcándose en su tumba.

De pequeño me decían que tocar un instrumento, cantar, escribir o pintar era algo que un lindo omega debía de hacer, en ese tiempo creía de corazón que sería un alfa. Yo era más pequeño que Yukhei, siempre lo fui, pero era veloz y le ganaba en las peleas tontas, siempre pensé en la posibilidad de ser un omega y a pesar de que no me importaba demasiado, nunca llegué a imaginar lo que conllevaría.

No creí que estaría sentado frente a un piano pensando en que haría con el secreto que tarde o temprano descubrirían. Y mientras mi diestra iba hacia sol deslizándose hacia do y pasando por mi, toqué con la mano libre mi pequeño abdomen que estaba comenzando a agrandarse.

Tal vez era paranoia, después de todo, no era muy bueno en ser realista. Y seguía siendo un tonto lobito que necesitaba un golpe para despertar, aunque ya me habían dado demasiados golpes y yo seguía semi dormido.

Continuamente en vigilia.

Miré desde la ventana el sol que comenzaba a esconderse por la arbolada y dejé de tocar el piano. Mis manos cubrieron mi rostro y mis ojos se cerraron, pero no lloré. Creo que me había secado o mis ojitos ya no funcionaban, por alguna razón solo sentía dolor pero no podía arrancármelo.

-¡Jaemin!

Salté sobre la banqueta oprimiendo con los codos algunas teclas. Mamá lucía cansada, usaba un pañuelo sobre su cabeza y tenía las mejillas sonrojadas.

-¿Q-qué sucedió?- me puse de pie sosteniéndome del piano. Ella, con los brazos en jarra, frunció el ceño.

-Vi a Yukhei llevar herramientas y unos tablones de madera- tragué saliva y mamí relajó su expresión-. Oh cariño, has estado decaído estos días y tu alfa te necesita... Yukhei ha sido paciente contigo en no presionarte para que estés a su lado... ¿Por qué no vas con él y le ayudas?

Suspiré mientras mi cabecita comenzaba a punzar. Levantándome caminé despacio hacia ella y la abracé. A pesar de ser un poquito más grande, me seguía sintiendo pequeño en sus brazos. El dolor se volvió peor y ella besó mí frente al ponerse en puntas de pie.

-¿Qué sucede contigo, cariño?

-S-solo... estoy cansado últimamente.

Ella sonrió dándome unas palmaditas en mi trasero y me envió fuera de la habitación.

-Sé que es incómodo para ustedes pero estar juntos les hará bien.

Ya estaba cansado de suspirar pero era lo único que podía darle como respuesta. Mami lo sabría tarde o temprano, Taeil hyung dijo que con tan solo un mes era suficiente para que todos comenzasen a sentir mi aroma diferente. Yo estaba aterrado.

Caminé por el sendero que Yukhei se encargó de enseñarme, llevando manzanas en mi mochila y jugo de naranja, fue mamá quien me obligó a hacerlo. No entendía como Yukhei había podido cargar con tantas cosas subiendo esta parta empinada del bosque. Me abrí paso entre los pinos y las ramas de los arboles más bajos, mientras escuchaba desde lejos el afluente correr a menos de un kilómetro.

El sonido del martillo contra las tejas rojizas de la vieja cabaña en mitad del bosque, quitó mi atención de mis propios pensamientos. Yukhei dejó de trabajar para mirarme desde la altura, tragué saliva y avancé hacia la casa, dejé la mochila en la tierra la cual estaba completamente seca y saludé.

-Viniste...- fue lo único que me dijo, una sonrisa ladeada en su boca, mostrándome incomodidad.

-Yo solo... ¡Cuidado!- di dos pasos antes de que el tonto alfa cayese del techo y se llevase algunas tejas consigo. Enseguida se levantó sacudiéndose la tierra de los pantalones vaqueros.

Caelum ~ {Nomin/Markhyuck}Where stories live. Discover now