BlackPink y Tú

BLACKPINK

—P-porque... 

—¿Crees que podamos ir a casa antes de salir? —Acarició el borde de mi pantalón con una sonrisa. —Ya sabes, para quitar el estrés del día...

—Pero después no te quejes 

—Créeme, jamás lo haría —Sonrió coqueta.

—Bien, porque espero que a tu jefe no le moleste que no puedas moverte por un par de días 

—No bromees, tonta —Me dio un golpecito. 

—Luego no digas que no te avisé, Ruby Jane

Rosé.
—Tendremos que sentarnos aquí mientras esperamos —Jisoo señaló unas sillas afuera del restaurante.

—Pero solo hay 4

—No se preocupen —Sonreí. —Tomen asiento, yo me quedo de pie

—¿Por qué no dejas que Rosé se siente en tus piernas? —Sugirió Jisoo. 

—Tienes razón —Me senté y sentí un peso encima de mi.

—¿Qué pasa, T/n? —Preguntó Lisa. —Estás... roja

—¿Quieres que me levante? —Roseanne comenzó a moverse preocupada, acariciando mi rostro.

—N-no, quédate así —La sostuve de la cintura y junté más nuestros cuerpos. —No te muevas tanto

—¿Creen que ya se hayan confesado sus sentimientos? 

—Es tu hermana, Jennie —Lisa sonrió, hablando con Jensoo. —Tú deberías saber

—¿Por qué no trajiste el vestido? —Rosé me miró. —Está haciendo mucho calor, ¿segura que estás cómoda así? ¿Te pasa algo? —Acarició mi mejilla. —Estás muy rojita

—No te preocupes, Rosie

—Está avergonzada porque su amiguito se altera al verte, Rosie —Mi hermana me expuso sin vergüenza alguna. 

—Jennie... —La miré con seriedad y suspiré. 

—Te ganaste la lotería, Park —Lisa la miró alzando las cejas. 

—Una muy grande —Recalcó Jennie y chocó los 5 con las demás.

—¿Q-qué? —Rosé me miraba sonrojada. 

—N-no les hagas caso

—Amo su inocencia~ —Comenzaron a cantar las chicas. 

—Inmaduras que son... —Suspiré. —Y la menor soy yo —Las miré molesta.

—¿Qué tienes ahí? —Rosé miraba mi pantalón. —¿Tu teléfono?

—Mejor que eso~ 

—¡Ruby Jane! —Rosé me abrazó al ver que me estaba enojando. 

—No te preocupes... —Susurró y dejó un besito en mi cuello. —No debes avergonzarte

—Ay, ya bésense y digan que se aman 

—¡Lalisa!

Lisa.
—¿Ya terminaste? —Me acerqué a Lisa y esta negó suspirando. —¿Qué sucede?

—Todavía no sé bien los pasos y mi compañero no vino a la empresa —Me abrazó y clavó su cabeza en mi pecho.

—Puedo bailar contigo

—¿Te sabes la coreografía? 

—Siempre te acompaño a los ensayos —Reí asintiendo. —Me sé tus pasos y los suyos 

—¿Entonces qué esperamos? 

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—A la próxima baila con los bolsillos vacíos —Me ahogué con el agua que estaba tomando. —¿Qué sucede? 

—Eso no era un bolsillo —Le guiñé un ojo.

—¿Entonces que-- —Se sonrojó y me miró con la boca abierta. —¿Por qué no me dijiste que--

Le cubrí la boca para que nadie escuchara. —No quería que pensaras que soy un fenómeno o algo así... —Mi voz se convirtió en un susurro avergonzada.

—Entiendo —Sonrió y tomó mi mano. 

—¿A dónde me llevas? 

—Podemos bailar luego —Siguió caminando a un cuarto privado. —Quiero divertirme contigo