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“A D I Ó S”

Dos días habían pasado desde la muerte de Fausto. Dos días en que Michael y Valentina no se dirigían palabra alguna, tan solo miradas en el funeral y el entierro.
Michael intentaba acercarse pero la rubia lo evitaba, hasta que una tarde decidieron acordar en verse y ahí estaban los dos, sentados en una misma banca pero en silencio, ninguno de los dos se atrevía a hablar primero.

— Esto tiene que acabar Mike — dice Valentina en un susurro, captando por completo la atención del mencionado.

— ¿Qué?

La rubia con los ojos llorosos decide mirarlo fijamente.

— Llegó el momento de ponerle fin a lo nuestro.

— Valentina, tú no puedes estar hablando en serio...

— Mike, tú sabes muy bien que lo nuestro no tiene futuro. Que solo es un hermoso sueño que termina al llegar a nuestras casas.

— Yo te amo y lo sabes.

— Sí, lo sé...¿Pero de qué sirve amarnos? ¿Acaso solo importa nuestra felicidad y la de Ruggero y Ana, no? Ya no puedo seguir engañando a mi esposo, no después de saber que nuestros padres lo saben...y más aún...papá acaba de morir y yo...yo ya no puedo seguir, Michael.

— ¿Y no importa lo que yo sienta?

— Mike...

— ¡Te amo maldita sea!

— ¿Acaso quieres romperle el corazón a tu hijo?

— Él no tiene nada que ver en esto.

— Claro que lo tiene porque no solamente estás traicionando a Ana, sino también a tu familia — junta sus manos con las de él — si hubiese sabido que encontraría el amor en ti, jamás te hubiera pedido ayuda para salvar mi matrimonio porque todo empezó por eso Michael, nos juntamos para salvar nuestro matrimonio pero resulta que eso, hizo que se destruyera más de lo que ya estaba.

— Si yo hubiese sabido que tú serías la mujer de mi vida, ten por seguro que aquél día que nos conocimos, te hubiese dicho que no te casaras, que dejaras plantado a Ruggero...

— Mike — interrumpe — tú ya estabas casado. Porfavor entiende...tenemos que ponerle fin a esto — el castaño niega — porfavor no lo hagas más difícil.

— Voy a pedirle el divorcio a Ana — la rubia se sorprende ante eso — me voy a separar de ella...

— Tú no puedes hacer eso...

— Claro que puedo.

— Mike...

— Le contaré todo...le diré que nunca la amé y que a quién amo realmente es a ti...

— ¡Cállate! — se levanta de golpe del lugar — no puedes ser tan cruel con ella...

— ¿Cruel? — imita la acción de la ojiazul — ¿Acaso es ser cruel decir lo que realmente sientes?

— Mike...

— Ya está decidido, me voy a separar de Ana y así tú y yo podremos estar jun...

— Eso no — los ojos de Michael se volvieron más llorosos al escuchar aquéllas dos palabras — estamos casados Michael y el matrimonio para mí es muy valioso...aunque no supe respetarlo. Es por eso que estuve en dudas aquél día en que me iba a casar, sabía muy bien que si ataba mi vida a alguien y si encontraba mi amor verdadero, estando casada, jamás podría ser. Los dos sabemos muy bien que lo nuestro jamás podrá ser, Michael. Lo supimos desde un principio pero aún así, nosotros decidimos continuar con lo nuestro, decidimos seguir traicionando el amor de las personas, a quienes le juramos amor eterno en el altar de una iglesia. Yo también le voy a contar todo a Ruggero porque no es justo seguir engañándolo, le contaré y si es que decide perdonarme, entonces yo intentaré con todas mis fuerzas amarlo...y si es que no decide perdonarme, entonces desapareceré por completo de su vida. Ya sea cualquiera la respuesta de él, esta será la última vez que te vuelva a ver porque también desapareceré de tu vida, Michael — el mencionado sintió como el corazón se le hacía añicos al escuchar las palabras de la mujer que ama — nosotros no podemos estar juntos y ser felices a costa de los corazones rotos de ellos...no es justo.

|NUNCA DIGAS ADIÓS|Where stories live. Discover now