Capítulo 8: Una Gran Presentación

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—Retiro lo dicho...— Comentó con cansancio mientras rodaba los ojos.

Hiro se había ido, la había dejado allí, sola, a su suerte y por si fuera poco, el idiota se llevó su desayuno con él.

Antes había recorrido aquella Universidad, pero nunca como estudiante, no sabía cuál era el salón de Astrofísica o el de Robótica y tampoco sabía a qué clase ir primero o siquiera dónde iría a recoger su horario, estaba completamente en blanco. Le había pedido amablemente a Hiro que le indicara a donde debía ir, pero el chico ni se molestó, sólo le dijo: "Suerte, cerebrito" y se marchó haciendo un signo da paz con los dedos mientras reía por lo bajo, era más que obvio que lo hacía para fastidiarla y lo había logrado, más aún cuando cayó en cuenta de que también había secuestrado su desayuno, definitivamente su día no había empezado bien.

Decidió que iría al lugar donde habían sido las inscripciones anteriormente, tal vez allí podrían decirle qué hacer y a dónde ir, se giró en dirección a aquel pasillo, pero algo -o mas bien alguien- se lo impidió, había chocado contra un cuerpo y gracias al impactó cayó sentada en el suelo.

—¡L-Lo siento!— Se disculpó algo alarmado mientras le ofrecía la mano a su contraria para ayudarla a levantarse. —En serio lo lamento, estaba algo distraído y no veía a donde...

—Descuida.— Habló rápidamente una vez que estuvo de pie. —C-creo que fué mi culpa.— Respondió apenada al darse cuenta de quien era aquel chico.

—¿E-estás bien?— Preguntó preocupado.

—Si, no te preocupes, en verdad no fue nada.— Contestó amablemente con las mejillas sonrosadas.

—Oye... Yo te recuerdo.— Mencionó más tranquilo. —Eres la chica del teletransportador ¿No?— Esta vez su tono era alegre.

—S-si.— Comentó apenada, no podía creer que aquel chico se hubiera fijado en ella aquel día y más aún que la hubiera recordado. 

—Me llamo Nicholas Cain, pero puedes decirme Nick.— Le dedicó una sonrisa al momento de ofrecerle la mano nuevamente, esta vez a modo de presentación. Su contraria la estrechó segundos después.

—Soy _____ Callaghan. Es un placer.

—¿Callaghan?— Preguntó extrañado, si que había escuchado su apellido el día de la exhibición, pero pensó que habría escuchado mal, pues la única familia de la ciudad que llevaba ese apellido, era la de el creador de las leyes de la robótica. —¿Como Robert Callaghan?

Por su parte, la chica se incomodó un tanto con su pregunta, por un momento pensó que tal vez podría ganarse un enemigo más a causa del pasado de su tío y la idea no le agradaba, más aún tratandose de ese chico, ¿Que tal si empezaba a odiarla al igual que Hiro?. Quiso mentirle, pero a decir verdad esa no era una opción, tarde o temprano se enteraría que formaba parte de la familia de Robert, así que, con temor a la respuesta, decidió hablar con la verdad.

—Si, Robert Callaghan es... Es mi tío.

—¡Oh por Dios!— La expresión en su cara no era de disgusto, sino mas bien de asombro. —Robert Callaghan es mi ídolo desde que era pequeño, no sabes cuanto lo admiro.

—¿L-lo admiras? Pero destruyó media ciudad.

—Si. Bueno, no ha sido de sus mejores ideas.— Comentó con una risita nerviosa. —Pero es un gran científico.

—Si... Supongo que sí.— Una sonrisa apareció en sus labios.

—Y debo suponer que tú también lo eres, ¿No es así?— La inspeccionó de arriba hacia abajo. —Por cierto, ¿Que edad tienes?

Entre el Amor y el Odio {Hiro & Tú}Where stories live. Discover now