I'm in [ Yeongyu ]

Capítulo 2

Termino de comer y me lavo los dientes, salgo de casa y camino hacia la parada de buses. A decir verdad, el camino no es tan largo así que bien podría caminar todo este trayecto pero prefiero evitar ese cansancio que eso conlleva y cojo el bus, ya es una costumbre para mí.

Al subirme, alcanzó uno de los pocos asientos vacíos. La mañana luce muy bien y está bastante fresca y viendo el paisaje por la ventana es cuando me arrepiento de no caminar hasta el centro de estudios.

Me bajo del bus y el viento me golpea de lleno en mi rostro, qué agradable sensación. Llegó a la universidad y me topo con Yeji en la puerta de la misma.

— ¡Oh, Beomgyu-shi! —exclama—. Buenos días, espero que hayas tenido un agradable fin de semana.

Ugh, a decir verdad lo que menos me gusta es encontrarme con ella y tener que saludarla cuando estamos a solas. El solo hecho de saber que el chico con el que me acuesto y de quien estoy enamorado es su novio no es un sentimiento placentero. No es como si ella fuera mala persona, pero tampoco puedo decir algo bueno de su persona porque no la conozco, casi no trato con ella y las pocas veces que nos dirigimos la palabra son por los trabajos que nos mandan a hacer.

Ella, al igual que Yeonjun, son mis compañeros de clases por eso tener que verlos en clase juntos no me gusta. No es como si Yeonjun fuera cariñoso o algo parecido, de hecho es muy frío y casi ni reacciona cuando alguien le dice algo, las únicas veces que he visto su expresión cambiarse es cuando él se está moviendo...dentro...de mí.

Me sonrojo ante ese pensamiento, no debería recordar esas cosas a esta hora de la mañana y con su novia a un costado de mí, pero es imposible no pensar en él.

— Lo pasé bien —si tan solo supiera—. Espero lo mismo para ti.

La sonrisa le sale tan falsa que bien podría pasar como una extraña mueca, pero ella me sonríe de vuelta y creo que no ha notado mi cambio. Me disculpo con Yeji para ir al baño y me alejo, a decir verdad, no tenía ganas de ir pero no quería caminar junto a ella, prefiero llegar solo. Me tardo un par de minutos caminando por los pasillos hasta que considero que ya es hora y me dirijo a mi salón de clases.

Me siento en el mismo asiento de siempre, en la última fila, en la bh tercera columna de izquierda a derecha. Aunque los asientos nunca fueron seleccionados ni asignados a nadie, los alumnos la mayoría de veces nos sentamos en los mismos lugares, es como acuerdo tácito que tuvimos entre todos, pero no falta el idiota que a veces llega temprano y se sienta en un puesto que no le corresponde y se arma una pequeña discrepancia entre los compañeros. De todas formas no pasa a mayores ya que esa persona se va a sentar en otro lugar.

Corro la silla y acomodo mis cosas, Yeonjun ya ha llegado y también está en su lugar de siempre, es decir a mi derecha y a la derecha de él se sienta Yeji. No es como si yo hubiera decidido esto, fue Yeonjun quien lo hizo de esta manera. Él y su maldita obsesión de tenerme siempre observado, ni siquiera le importa que Yeji esté a su costado, aunque tampoco es como si hubiera toqueteo o roces entre nosotros. En realidad no hay nada, ni siquiera nos hablamos, y en el aula estoy solo, porque a mi izquierda no se sienta nadie, hasta falta una banca, es como un hueco a mi lado, todo cortesía de Yeonjun.

Él puede hacer eso y tiene ciertos beneficios ya que es el presidente de clases, lo fue el año pasado y lo es este año. Aunque es muy reservado y callado, las personas lo toman en serio y es elegido debido a que nunca da su brazo a torcer y siempre tiene esa fría expresión que lo hace ver serio... y sexy.

El profesor entra y todos hacen silencio.

— Atención alumnos —dice levantando la voz—. Antes de empezar la clase de hoy debo hacer un anuncio —¡oh, ya recordé!—, ha sido transferido un nuevo alumno así que espero lo traten bien y puedan ayudarlo ya que no es coreana —Yeonjun me había mencionado del ingreso de un nuevo estudiante, pero lo había olvidado ya que no me parecía importante. El chico entró al aula y los murmullos se hicieron más fuertes—. Por favor, preséntate.