𝐜 𝐮 𝐚 𝐭 𝐫 𝐨

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Le levanté un poco la camiseta, lo suficiente para poderle acariciar el abdomen pero Calum se adelantó y se la sacó de un tirón. Le sonreí de lado y él me guiñó un ojo. Después de un rato, fue el primero en hablar.

— ¿Te gusta estar arriba? —Me preguntó.

Negué con la cabeza. —No realmente. —La verdad es que no me importaba, cualquier posición iba a ser suficiente para mí y que bueno que dije que no porque Calum rápidamente me quitó de encima de él para acostarme sobre la cama, su cuerpo elevado sobre el mío sosteniendo su peso sobre uno de sus codos. Ahora su cadera era la que se movía en un delicioso vaivén, lento y abrumador que hacía que mi boca se abriera y emitiera suaves sonidos.

—Que bueno —dijo sonriendo de lado—, porque prefiero tenerte así.

Antes de que pudiera responder sus labios ya estaban sobre los míos. Su mano recorrió mi muslo hasta la rodilla para después mover mi pierna sobre su cadera, al sentirlo tan cerca solté un gemido. Mi piel se sentía caliente y con un ligero hormigueo cada que me tocaba, y sus manos estaban por todos lados, en mi pierna, en mi cadera, levantándome el vestido hasta arriba de la cintura. Y luego, jugando con el dobladillo de mis panties.

—Tu puedes... Si quieres... —hablé entre besos, dándole permiso para deslizar su mano por debajo de mi ropa interior.

—Sí quiero —suspiró. Y lo hizo.

Me besó por última vez en los labios antes de que se separara ligeramente de mi y su mirada se concentrara en mi reacción mientras su mano se deslizaba por debajo de mis panties, sentí como sus dedos se deslizaban sobre mis labios y mis pliegues. Solté un gemido y él sonrió de lado, sus dedos se sentían callosos sobre mi piel más sensible, no me sorprendí era la mano con la que tocaba el bajo.

—Estás realmente mojada —suspiró contra mi piel mientras comenzaba a besarme la mandíbula, sus dedos se habían movido para masajear mi clítoris y solté otro gemido—. Me haces pensar que te gusto.

—Me encantas —corregí con una risita. Era claro que para ambos era una broma, o algo parecido.

No me respondió otra vez, en cambio sus dedos seguían masajeando suavemente y sus labios ahora estaban en mi cuello, lamiendo y mordiendo, probablemente dejando una marca pero en ese momento no me interesó nada de eso. Si no me había emborrachado con las bebidas en el club, definitivamente ahora estaba ebria de todas estas sensaciones, sus labios, sus dedos, la manera en la que me miraba.

La otra mano de Calum se movió para tomar mis muñecas, sosteniendolas por encima de mi cabeza y restringiéndome, trate de liberarme de su agarre pero era más fuerte que yo y al segundo intento lo único que recibí fue una risita por parte de él, y que dejara de masajear mi clítoris.

Solté un quejido y mi ceño se frunció, comencé a frotarme contra su mano y dedos que seguían entre mis piernas. —Por favor —le pedí. Me miró sonriendo de lado y siguió frotando en círculos para después detenerse y deslizar sus dedos hasta mi entrada, solo provocándome. —Calum.

— ¿Qué quieres? —Su voz se sentía caliente sobre mi piel.

—A ti.

Le dije simplemente y lo siguiente que sentí fueron dos dedos penetrando mi entrada gentilmente, me hizo gemir más fuerte de lo que ya había gemido y mi boca buscó la suya para besarlo. Me besó con fuerza mientras mis caderas se empujaban hacia abajo contra sus dedos, y soltó un gruñido que fue amortiguado por mis labios. Al principio, movía sus dedos lentamente fuera y dentro de mí, construyendo un ritmo mientras que nuestras lenguas se rozaban y gemidos y gruñidos salían de nuestras bocas.

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⏰ Last updated: Sep 07, 2020 ⏰

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𝙰 𝙻𝙸𝙵𝙴𝚃𝙸𝙼𝙴 𝚆𝙸𝚃𝙷𝙾𝚄𝚃 𝚈𝙾𝚄 ━━ Calum Hood.Where stories live. Discover now