Epilogo

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Han pasado nueve largos meses desde la derrota de ese extraterrestre. Y la vida continuó como si nada de lo ocurrido hubiese pasado; revivieron a las personas asesinadas por ese malvado ser, invocando a Sheng Long; y con el segundo deseo disponible, lo usaron para que todas las personas que fueron víctimas, se olvidasen de que alguna vez existió dicho asesino.

...

Era de atardecer, él se encontraba en el césped pescando, mirando detenidamente aquel lago a ver si un pez picaba el anzuelo; era feliz, no lo negaba, pero por más que estaba en su mejor momento, no podía ignorar aquellos reconfortantes recuerdos que se le venían a la mente, que lo seguían últimamente a donde quiera que iba, y la protagonista de su actual angustia, era ella, Cuqui. Que habrá sido de ella era lo que tanto se preguntaba en su cómoda soledad. Mira el reflejo del agua, algo lo desconcierta; en el reflejo ve primero una silueta extraña, pensó que era un pez o cualquier ser acuático pero no, eso de ahí era una cara; esa cara causo un impacto profundo en él. Pero agita rápidamente la cabeza, prefería convenceré a sí mismo que alucinaba, hasta se llegó a tocar la frente para chequear si tenía fiebre o algo y no, estaba más que en perfectas condiciones. Por lo que un tanto inseguro, se gira para descubrir al susodicho intruso de su solemne tranquilidad. Cuando lo hace, la ve ahí parada, y ahora más que estar alucinando cree estar soñando, se frota los ojos, se pellizca una mejilla, pero tal parece que ella era real.

— No puede ser... Dime que estoy soñando... dime que es mentira, eres...

— No tonto no es ningún sueño, y no soy una mentira, siempre fui hones... — Sus palabras fueron cortadas por el fuerte abrazo que recibió al instante por parte del Saiyajin. Algo inesperado de su parte.

— Cuqui...

Al percibir su voz entre cortada y alegre, no duda en corresponder a su muestra de afecto. — Tranquilo, ya estoy aquí contigo. — Se separan detenidamente para mirarse el uno al otro, sintiéndose dichosos mutuamente, de verse otra vez a los ojos. — Supongo que te debo varias explicaciones ¿no es así?

Goku asiente aún risueño, limpiándose las pequeñas lágrimas que batallaban por salir. Cuqui por su lado lanza un largo suspiro resignada.

— Bien, entonces tomemos asiento. — Ambos hacen exactamente lo que dicto la rubia, sentarse en el césped de cara al lago. — Y bien, ¿Qué quien saber?

— Todo. Quien eres realmente, de dónde vienes, cuál fue tu propósito de venir hasta aquí y...

— Ok, ok uno a la vez ¿quieres? — lo interrumpió, a lo que Goku asiente obediente, prestando atención a lo que iba a soltar de su boca.

— Antes que nada quiero confesarte que te he estado observando estos últimos días.

— ¿Eh? ¿Qué estuviste haciendo todo este tiempo mientras estabas ausente?

— Yo... digamos que anduve por ahí y por allá. Explorando este maravilloso mundo. Y quédate tranquilo, no herí a nadie.

—Oh, ya veo. Pero volviendo a la pregunta...

— Bueno para empezar, no tengo un nombre como tal, prácticamente ustedes lo escogieron para mí. Pertenezco a la raza Kopieren, del planeta Talpa, que se encuentra fuera del sistema solar. Nuestra habilidad es emular todo tipo de características del primer ser vivo que vemos. Y Somos hermafroditas por si te lo preguntas, eso quiere decir que poseemos ambos sexos. Pero en mi forma humana puedo ser cualquier género. — hace una breve pausa para disfrutar la expresión del pelinegro, las muecas que ponía eran divertidas para ella. — Continuando... no soy malvada, y hasta ahora no he matado a nadie ni lo pretendo hacer.

Unidos Por Un Sentimiento Mutuo | Goku & Caulifla (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora