SIN TÍ JAMÁS WEASLEY||RON WEASLEY

46|Un corazón roto no se puede arreglar.

-¿De verdad piensas que yo sería capaz de matarte?-Dije tragando saliva, la cual parecía que contenía astillas, pues me costaba hasta tragar, lo que dijese ahora me podría romper o no el corazón definitivamente.

-N-no lo sé-Dijo en menos de un hilo de voz y ahí, delante de todos, delante de toda la escuela, el crujir de mi corazón roto retumbó por toda la escuela.

Al escuchar ese "no lo sé" tan dudoso salir de los labios de Ron, sentí como mi corazón se paró, como dejó de hacer su trabajo en mi sistema y simplemente se paró sin importarle si me moría, por lo menos lo sentí así.

Suspiré fuertemente y apreté mis puños mientras cerraba los ojos y simplemente me concentraba en respirar, necesitaba relajarme pero no podía, jamás me rompieron tanto como lo acababa de hacer Ron.

Las luces se apagaron, se podía ver gracias a que las ventanas estaban abiertas y era de día.

Todos miraban a las luces confundidos, los profesores también.

-Ariel, tranquila-Solo se escuchó a Hermione en el Gran Comedor, solo su voz intentando tranquilizarme.

Todos al escuchar a Hermione posaron su mirada en mí.

El profesor Dumbledore se levantó y me miró preocupado.

El Gran Comedor comenzó a temblar, el suelo comenzó a vibrar de manera sutil, yo no paraba de repetirme las palabras que me había dicho Ron, cada vez estaba más nerviosa.

Todos miraban al suelo nerviosos, parecía que estaba a punto de producirse un terremoto.

-¿Ella está haciendo eso?-Preguntó Harry preocupado.

-Parece que sí-Dijo Hermione.

-¿Cómo es tan poderosa? Esto es otro nivel, si no para va a provocar un terremoto y va a destruir la escuela-Habló Ginny.

Yo apretaba más mis puños y sentía como el suelo comenzaba a vibrar más fuerte, la puerta principal se abrió de un portazo y una ráfaga de aire helado invadió todo el Gran Comedor para concentrarse en mí, el aire se concentró sobre mí, notaba como mechones de mi rubio cabello se elevaban a causa del aire.

-¡ARIEL!-Gritó Amor para a continuación levantarse y salir corriendo hacia mí.

-¡SEÑORITA MALFOY DETÉNGASE, NO SE ACERQUE A ELLA!-Le gritó Dumbledore a Amor.

Amor frenó en seco nerviosa mientras me observaba, estaba preocupada por mí.

Draco respiraba nervioso, tenía miedo de que algo me pasara o de causar daños irreparables.

El señor Dumbledore se levantó y tranquilamente se acercó a mí;al llegar puso su mano sobre mi hombro, su barba y su cabello también comenzaron a elevarse por aquella ráfaga que me rodeaba.

-Señorita Malfoy-Habló Dumbledore, pero yo no lo escuchaba, en mis oídos solo sonaba el retumbe de los latidos de mi corazón, los cuales se mezclaban con la voz de Ron diciéndome que yo quería matarlo; los latidos cada vez sonaban más fuertes e iban a mayor velocidad.

-Debe escucharme-Dijo Dumbledore.

-¡Haga algo por favor!-Gritó Draco acercándose a mí.

-Estese quiero señor Malfoy-Dijo la profesora McGonagall.

-¿Cómo me voy a quedar quieta? MI HERMANA NO ESTÁ BIEN Y NO ESTÁN HACIENDO NADA-Gritó Draco.