𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐓𝐰𝐞𝐥𝐯𝐞. 𝐋𝐨𝐯𝐞

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SeongHwa miraba fijamente el techo, pestañeaba tan lento que empezaba a ganarle el sueño. Sentía su cuerpo tan pesado que desde que despertó no había tenido la voluntad suficiente como para levantarse y conocer al resto del grupo, que por los ruidos que se filtraba por debajo de la puerta, parecían ser varias personas. Suspiro y miró de nuevo el plato de fideos y un poco de verduras, que tan amablemente le habían traído, estiró el brazo y lo agarró como pudo.

Estaba a mitad del plato cuando escuchó el golpeteo de la puerta, una cabellera castaña corta apareció detrás de esa puerta, junto con una prominente barriga. Admite que se dió cuenta tarde de que miró esa barriga sin descaro alguno. Le trajo malos recuerdos ver eso.

La mujer le sonrió de la forma mas dulce de la que nadie lo había hecho tras duros meses desde que este infierno comenzó. Su corazón se agitó por eso.

Se agitó tanto, tanto como una mariposa agita sus alas en la primera flor que nace en primavera, dulce y refrescante. Así se sentía.

—¿Cómo te sientes?—preguntó, y SeongHwa sintió como la sangre se concentraba en acariciar sus mejillas sin disimulo alguno, carraspeó y respondió con toda la naturalidad que su cuerpo fue capaz de conseguir .— WooYoung no dejaba de llorar y arrancarse el cabello creyendo que ya no despertarías— le comentó entre risas y el no dudo en enternecerse, suspiró e intentó acomodarse en su cama aunque falló y casi tiraba el plato con la poca comida que quedaba.

EunHa observaba al chico con gracia y ternura al mismo tiempo, pese a ser el mayor del grupo aun parecía un niño.

En silencio, se sentó a acompañar mientras el chico terminaba torpemente su plato de comida. Por un momento, se sintió melancólica al verlo le recordaba mucho a su pareja. Su bebé la pateó dulcemente y EunHa se animó lo suficiente como para conversar un poco.

—¿Tú por qué crees que está pasando todo esto?—preguntó EunHa, el mayor detuvo por un momento los movimientos con la cuchara y pensó. Pensó tanto, tanto, tanto que hasta le dolia el corazón de solo recordar el océano de emociones de los primeros días. De cómo usaba de excusas sus heridas para simplemente estar en cama, llorando y ahogando sus gritos en las almohadas con forma de gatitos. O simplemente no se contenia en los dias de tormentas, que es cuando se sentia acompañado en su dolor y lloraba creyendo que habia alguien alli arriba que lo consolaba en su perdida. Todo eso se sentia un castigo.

Un castigo divino, habia escuchado en la radio de su telefono antes de que se apagara por completo.

—Se siente como un castigo—confesó.

La chica lo miró fijamente unos instantes y luego al suelo, donde su miraba se posó duramente varios momentos. —Tienes razon. Es un castigo, aunque me hubiera gustado que fuese de otro modo; no tan...ya sabes, sangriento y violento.

SeongHwa sonrió ligero. Un castigo tan brutal que ellos tenian que pagar con la vida de sus seres queridos, donde tenian que mancharse las manos y el alma para seguir con vida. Si es que aquello se podia definir como una vida.

 Si es que aquello se podia definir como una vida

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⏰ Last updated: Feb 21 ⏰

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[𝐑𝐔𝐍!] 𝐑𝐔𝐍, 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐄, 𝐊𝐈𝐋𝐋 𝐎𝐑 𝐃𝐈𝐄 #1 (EN EDICION)Where stories live. Discover now