𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐒𝐢𝐱. 𝐁𝐞𝐥𝐢𝐞𝐯𝐞

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— ¿Me estás diciendo que crees que nuestros padres sabían de la existencia de esta enfermedad y se fueron con la excusa de que tenían trabajo en el extranjero? ¡Estás loca!—HongJoong siente el golpe en su nuca pero no se queja ni dice nada pues se lo ha ganado al haber levantado la voz.

— ¿Si estoy loca porque estas carpetas estaban bajo llave? Es todo muy obvio, nuestros padres estaban metidos en algo raro desde hace meses. Ellos no nos ocultaban cosas, antes de todo esto—el de hebras azules se sobresalta en su lugar cuando la castaña tira con fuerza varias carpetas negras con el nombre del laboratorio en donde sus progenitores trabajan—. Pon a trabajar a esa creativa cabeza Joong, lo que digo es cierto y tú lo sabes.

Vuelve a negar y suspira. Su hermana a veces resultaba ser muy cabeza dura cuando se lo proponía, se levanta de su silla y recoge los platos sucios del desayuno bajo la atenta mirada de su mayor.

— ¿Estas tomando tus vitaminas?—le pregunta cuando termina de limpiar todo, minutos después. Mira por su hombro y ella no lo mira sino más bien lo evita mientras juega con sus dedos—. Ve a tomarlas EunHa, las indicaciones del médico fueron lo bastantes claras como para que hagas lo que se te venga en gana.

HongJoong ve a su hermana salir echando humo por los oídos yendo directamente hasta las escaleras, minutos después escucha una puerta ser azotada creando un eco lo suficientemente fuerte como para alertar a los "monstruos" que encerraron en el diminuto cuarto donde su hermana encontró más comida.

Él no quería matarlos, pero tampoco sabía qué hacer con ellos. Menos aun con el horrible olor que empezaban a desprender.

Vuelve a sentarse frente a la isla de mármol y abre una de las tantas carpetas negras que la castaña encontró hurgueteando la oficina de su madre. Por alguna razón que desconoce, esos papeles lo inquietaban bastante; pero su curiosidad era más grande que así comenzó su largo día.

Para EunHa le resultaba el colmo que el olor a putrefacción no se fuera aunque haya probado con todos los desinfectantes y desodorantes de ambientes que había en el cuarto de baño

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Para EunHa le resultaba el colmo que el olor a putrefacción no se fuera aunque haya probado con todos los desinfectantes y desodorantes de ambientes que había en el cuarto de baño.

Lavanda, rosas, pino, coco, naranja, vainilla y campos de margaritas con un toque a muerte y desesperanza reinaban en el aire de su casa. Con un dolor de cabeza que le hacía querer golpear a todo lo que se moviera se adentró a su habitación cerrando con fuerza la puerta.

Sujeta con fuerza el cuello de su peluche de Kumamon mientras ahoga varios gritos de frustración que no sabe de dónde salió, y revolea el peluche de felpa a cualquier lado del cuarto tratando de relajarse y hacer los ejercicios de respiración que su terapeuta le enseño para evitar alterar a su bebé.

Con una mano en su espalda baja y otra acariciando su vientre en círculos, camina a pasos de pingüino hasta la ventana para ver qué tan horrible era la nieve manchada con sangre. Ya no se sentía tan optimista como ayer.

Observa con curiosidad a los aviones ir de un lado a otro soltando bombas y a una bengala ser disparada a lo lejos. Le sorprende lo rápido que actúan los militares ante la situación. Su vista recae en el auto abollado que es empujado por dos hombres y un tercero quejándose en voz alta, hasta que se queda mirándola y luego la señala, cuando parpadea y se da cuenta ya tenía a los tres mirándola.

[𝐑𝐔𝐍!] 𝐑𝐔𝐍, 𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐄, 𝐊𝐈𝐋𝐋 𝐎𝐑 𝐃𝐈𝐄 #1 (EN EDICION)Where stories live. Discover now