¿Podré ser amada ésta vez?

Capítulo 2°.

¿Qué significa esto?

Luego de que el pálpito de Aurore se detuviera y todo se volviera negro, una mujer de cabello plateado la observaba demasiado cerca, sus respiraciones chocaban entre sí.

— Despiértala.

En medio de susurros imposibles de escuchar, ella sufría de espasmos tumbada sobre aquel lugar tan desconocido. Otro individuo, de barba larga y curvilínea situó su mano justo en el centro del tabique nasal.

— Estás cometiendo un grave error— Se le notaba su avanzada edad.

— La necesito.

Aurore POV (Punto de vista de Aurore)

Flores decoran la mayoría del espacio disponible, sobre la cama rodeada de aparatos que hacen ruidos extraños, Mamá sostiene un cuerpecito envuelto en mantas más blancas que las plumas de una paloma.

¿Dónde estoy?

Mi voz parecía no entrar por sus oídos, tampoco daba señales de que mi presencia se notara.

¿Es así cómo se siente la gente invisible?

Los lloros interrumpen la tranquila sensación de los rayos del sol incidiendo a través del ventanal.

— ¿Tenías que nacer con esos ojos?— Miró al bebé con desdén.

De repente, el entorno cambió. La habitación del hospital se transformó en la mía.

¿Qué?

Una alfombra rosa chillón cubría el suelo al completo, reconozco los doseles de la cama. Mi cuarto de Londres nunca estuvo desordenado porque nos instalamos hace un año. Estoy segura de que me encuentro en Alemania.

Papá observaba con una sonrisa de oreja a oreja el cuerpo que yacía en el mueble.

Esa chica se parece a mi, tal vez un poco más bajita.

— Si hubieras nacido hombre, esto no hubiera ocurrido— Vociferó al subirse la bragueta del pantalón.

Qué aspecto más demacrado, ¿por qué sus ojos parecen tan perdidos? Espera, esta.. Fue la primera vez que jugamos.

¿Porqué estoy recordando eso?

El lugar volvió a variar.

Ahora estoy sobre un escenario, los focos señalan a mi persona. No puedo ver nada.

¿Sostengo un violín?

La gente del público me abuchea, gritaban o escupen a mi dirección para ver si aciertan en darme.

Me hice bolita. El entorno cambió y cambió repetitivamente.

— Basta.. por favor..— Musité.

Mis recuerdos aparecen y desaparecen como la carreta de una película de los 80.

En esta ocasión, se mostró el incidente más reciente, mi garganta comenzó a escocerme. Volví a oír los aplausos de mamá, los gritos de papá...

Vi mi vida pasar en un parpadeo.

Siento como alguien me sacude, no puedo moverme, no quería. Me balancean más fuerte.

No más.. Solo me quedaba suplicar.

— Abre los ojos

***

— ¡No!— Aurore se incorporó dando fuertes jadeos, su piel se notaba muy fría.

Como si hubiera corrido una maratón, el sudor la envolvió finamente. No tenía control alguno sobre sus nervios, sus dedos saltaban irregularmente entre sus puños.