I just called to say I love you

Magsimula sa umpisa
                                    

Entonces el vago recuerdo de la persona que robo su corazón incluso antes de ingresar a la policía apareció en su mente, en sus regaños, sus palabras de apoyo. Busco el contacto de dicha persona y agradeció que días antes todos los agentes del CNI habían intercambiado números para mantenerse comunicado, lo llamo. Lo llamo por que quería que esa voz que le había felicitado en su primer atraco, fuera la que lo despidiera de este mundo, por que sabia que esa persona no lo quería y sabría tomarse la noticia con calma, sabría apoyar a su papu y no se vendría abajo con su partida, por que Los Santos necesitaría a un nuevo héroe y Horacio quería que fuera el.

Espero ansioso por que comenzaba a sentirse débil y cansado, su teléfono timbro dos veces antes de ser descolgado.

- ¿Que coño hace llamando a estas horas? - Horacio sonrió al escuchar esa gangosa y ronca voz de su comisario favorito, amargado como siempre. Entonces un nudo se instalo en su garganta y sus ojos se pusieron acuosos. ¿De verdad jamas vería de nuevo a su comisario bombón? ¿Por que todo era tan injusto? No pudo responder, por que los sollozos se lo impedían. - ¿Horacio? - Volvió a hablar de nuevo el comisario con un deje de preocupación en su voz, del cual Horacio no se dio cuenta.

- Aquí estoy - Respondió con un hilo de voz.

"Pero no por mucho tiempo"

- ¿Que sucede? ¿Necesita ayuda? 

- Volkov, ¿puedo hacerle una pregunta? - Se le notaba cansado, su tiempo se estaba agotando.

- Adelante.

- Si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, ¿cree que nosotros podríamos tener algo? - El silencio volvió a reinar en la linea por unos largos segundos.

- ¿Pero que dice Horacio? - La pregunta de Horacio había tomado desprevenido al ruso y este se había puesto a la defensiva de inmediato. - Escuche, no se que esta pensando, pero sinceramente me gustaría dormir algo esta noche para seguir con el operativo mañana, debería intentarlo usted también. Ya otro día hablaremos con calma. -

- No creo poder otro día - Una risita nerviosa nerviosa intento salir de sus labios, pero al reír una punzada de dolor se hizo presente en su herida, provocandole un quejido.

- ¿De que esta hablando?

- Me dispararon, Volkov - Dijo en un susurro. - Gustabo me disparo - El remordimiento que sentía era gigante, el sentimiento de ser traicionado por quien mas confías y por quien sin dudar hubieras dado tu vida, le destrozaba el corazón.

- ¿Que cojones, Horacio? ¿Donde se encuentra?, mande ubicación para ir por usted, ahora. - El tono de voz de Volkov se había elevado un poco y la preocupación era mas notable.

- Tengo miedo - Las lagrimas recorrían silenciosamente su piel morena mientras sus ojos se perdían en el cielo estrellado. - Necesito que cuide de Conway, Volkov -

- ¿Pero que dice? Usted va a estar bien, envié la ubicación. Yo enviare EMS en helicóptero a recogerlo pero envíeme la ubicación. - Su voz ahora temblaba, la angustia y impotencia de no poder hacer nada lo estaban matando.

- Voy a morir.

- ¡No vuelva a decir una cosa así! ¡Mande su puta ubicación, joder! - Un tercer silencio se hizo presente, llenando el corazón de ese comisario ruso de preocupación. Pensando lo peor, lo volvió a llamar desesperado y con el corazón en un puño. - ¿Horacio?...Horacio, responda. - Mas silencio. - Me cago en la puta -

- ¿Sabe comisario? - Hablo el chiquillo, haciendo su ultimo esfuerzo por mantenerse despierto. - Jamas he dejado de amarlo. Cuide de la ciudad por mi y encierren a Gustabo, no puede salirse con la suya. -

Y Viktor quedo en shock por las palabras que le había dedicado, por que a pesar de alejarlo, de tratarlo mal, de denigrarlo y burlarse de el, Horacio Perez seguía amándolo. Se odiaba por no haberlo correspondido, por que el sentimiento estaba dentro de el, pero le aterraba perderle y se odiaba también por que había tenido que enfrentarse a una situación así para poder a sincerarse y decir estas palabras:

- Horacio, yo...también te quiero - Su vista se comenzó a nublar, causa de las lagrimas que amenazaban con salir. - Pero escúchame, vas a salir de esto, vamos a salir de esto juntos, ¿vale? Tu mismo lo dijiste. Nos faltan muchas cosas por vivir, cuando todo esto acabe podremos estar juntos, pero por favor no me dejes. ¡Te quiero! Dios y cuanto lo hago, solo necesitamos un poco mas de tiempo, ¿puedes permitirme eso?...¿Horacio? -

Pero el chiquillo ya no lo escuchaba, lo había abandonado sin poder escuchar esa declaración de amor que tanto había anhelado, se fue sin despedirse de su padre, se fue sin poder despedirse de su malla. Se fue solo, tirado en una isla con las hierbas y la brisa marina como únicos testigos de su muerte, se había ido con el corazón hecho trizas. Un día común era ese viernes 24 de agosto, antes de que el ser mas puro que había pisado la ciudad falleciera, antes de que Los Santos perdiera a su héroe, antes de que Jack Conway perdiera a el chico que había acogido como su hijo, antes de que Gustabo Garcia asesinara a su compañero de vida a sangre fría y Viktor Volkov perdiera a su único amor.

Un viernes 24 de agosto, la ciudad había perdido su luz y una pequeña mariposa de grandes alas azules y negras, custodiaba el frió cuerpo sin vida del Inspector jefe Dan, esperando a que lo encontraran para poder volar tranquila.

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Esta un poquito corto, pero espero que les guste!

Tomen agua <3


My songs for you || VolkacioTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon