I just called to say I love you

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Para Horacio la vida desde que el junto a su hermano habían llegado por obras del destino a la ciudad de Los Santos, había dado un cambio radical, un giro de trescientos sesenta grados.

 Era increíble la manera en que ambos habían logrado progresar convirtiéndose en agentes de la ley, en los guardianes de la ciudad, protegiendo a capa y espada a los civiles que ahí habitaban, instruyendo a los alumnos que se integraban al cuerpo, dándoles ánimos y apoyándolos a seguir adelante y superarse. Era algo que llenaba por completo el corazón del chico, amaba su trabajo y se reflejaba en su efectividad, en la pasión con la que perseguía, detenía y procesaba a cada delincuente que atrapaban, en la felicidad que irradiaba y contagiaba a sus compañeros al cruzar las puertas de comisaria, era sin duda alguna uno de los agentes mas queridos y respetados de todos Los Santos, tanto por la malla como por la ciudadanía; a pesar de que se ocultara bajo la mascara y respondiera al nombre de "Dan" el consideraba esos momentos en los que estaba de servicio, los mejores de su día.

Pero todo había cambiado desde que su jefe y figura paterna Jack Conway les había ordenado realizar una infiltración en una mafia, las cosas se habían vuelto serias y demasiado complicadas. Ya no pasaba tiempo en comisaria, ya no trabajaba con los alumnos, ya no patrullaba con Gustabo, ya no podía observar de lejos al comisario que había robado su corazón. Pero trabajaban para lograr desmantelar esa organización que en diversas ocasiones les había arrebatado la vida a varios de sus compañeros y eso a Horacio le reconfortaba de una manera enorme. ¿Quien le diría que al adentrarse en ese tipo de bandas organizadas su amistad con la persona que había compartido toda su vida, se enfriaría? Tres meses habían transcurrido desde que empezaron con ese operativo y Horacio notaba cada vez mas como su hermano se distanciaba de el y de la policía, cada vez notaba que Gustabo se sentía mas cómodo estando al lado de ese grupo de criminales, por que a pesar de que su hermano supiera mentir a todo el mundo y tenerlos en la palma de su mano, el no era ciego, ni mucho menos idiota. 

Pero nunca le paso por la cabeza que Gustabo era conocedor de sus sospechas y se aprovecharía de la confianza que tenían entre ellos, para en una isla -la misma en la que habían visto con sus propios ojos la ejecución de Torrente a manos de esa misma mafia- dispararle a sangre fría, luego de negarse a abandonar la policía y acompañarlo a unirse cien por cien a la mafia.

"Tu has elegido mal tu camino, hermano y yo no voy a determe por ti. Espero que hasta en tu ultimo aliento recuerdes que ni Volkov, ni el abuelo, estuvieron aquí para ti." 

Lo dejo tirado en esa isla, desangrándose lentamente y muriendo de frió, a pesar de ser una noche cálida. No le robo el móvil, no le retiro su arma por que ambos sabían que Horacio no tendría el corazón de disparar a su hermano. 

Era de noche, las estrellas parecían brillar con mas intensidad de ese lado de la ciudad, el cielo estaba despejado, no hacia frió, no hacia calor, no se celebraba nada. Era un día común y corriente en el que perdería su vida, un tranquilo viernes en otoñal, un día en el que probablemente de no estar ahí, gastaría su tiempo paseando por el parque, observando a las familiar reír y disfrutar juntas, deseando algún día poder formar una y brindarle a algún chiquillo la felicidad que a el se le negó desde tan temprana edad o tal vez en una fiesta, despejándose de todo el estrés que producía tener una doble vida o en su departamento, pensando en ese vodka que jamas pudo ser.

Con dificultad tomo su móvil y lo desbloqueo, miro la pantalla pensando en lo que debería de hacer, ¿debería llamar a los EMS para intentar salvarse? No lo veía, el hospital mas cercano era el del norte y por lo regular siempre estaba desértico, así que si acudían a su rescate debería ser desde el sur, tardarían horas en llegar y al ver la cantidad de sangre que ya había abandonado su cuerpo supo que no tenia mas de diez minutos. ¿Debería llamar a Gustabo? Todo estaba esclarecido por el y a pesar del gran amor que le tenia, era el culpable de que estuviera a punto de morir. ¿Conway? No lo quería escuchar volverse loco al enterarse que otro de sus agentes estaba a punto de fallecer a manos de uno de los suyos, era algo que no se permitiría. 

My songs for you || VolkacioWhere stories live. Discover now