3. La casa.

462 47 12
                                    

Rachel Miller.

— Ya hemos llegado. — Anuncia mi hermano serio.

Había conducido un hora y media hasta llegar a la casa que por cierto es una mansión por lo grande que es y el diseño bonito que tiene, si por fuera es asi por dentro debe ser mejor, asumo yo.

— ¿De quién es la casa? — pregunté bajandome cautesola del auto.

— De mi primo. — contesto un Jack serio y frío.

— ¿Y quién demonios es tu primo? — pregunté confundida.

— Cristhian. — respondió finalmente para darme la espalda y entrar a la casa dejándome aturdida por unos milisegundos por su respuesta.

¿Eran primos? no lo sabía, ahora que lo pensaba bien ambos tienen un parecido en los ojos y la nariz pero eso no es el punto, la cosa es que ¿por qué Jack nunca me contó que tenía un primo?

Una razón más para estar molesta con él.

— ¿No vas a entrar o que? — pregunto mi hermano frente a mi.

Salí de mi trance y asentí entrando a la dichosa casa frente a mis ojos. Mi boca se abrió por lo hermosa que es por dentro, literalmente tiene cosas que creo que son demasiados caros de comprar.

¿El Cristhian era millonario?

Otra duda más, ahí va una vez más la curiosa Rachel.

— Si te estás preguntando muchas cosas sobre esta casa. — me gire al escuchar la voz de alguien en mi espalda y cuando vi quién era mi pulso se aceleró al tenerlo cerca mio. — Me la heredó mi abuelo y si mi familia es de mucho dinero, no yo. — finalizó con una sonrisa de medio lado, suspiro profundamente y volvió a quedar con una mirada fría que con solo verla me dieron escalofríos.

— Ya tendrás tiempo de admirar todo, vamos a la habitación para que te acomodes y descanses. —mi hermano habló después de un silencio bastante incómodo.

Asiento y comienzó a caminar detrás de él, subimos una escalera y admiro todo a mi alrededor, no tengo palabra para decir lo que veo, muchas cosas bonitas para ser una cosas donde viven cincos chicos hormonales. Nos detenemos al frente de un pasillo donde hay varias recámaras que tienen los nombres de cada uno de ellos.

¿Quién le pone su nombre a la puerta de su habitación?

¿Qué pedo?

Cristhoper abre la puerta y otra vez mi boca se vuelve a caer al ver la que será mi nueva habitación a partir de ahora, como explicar, las paredes son color blanco hueso, hay un televisor grande frente a la cama que es como para dormir cuatro personas mínimo, en los bordes del techo hay tiras de luces led, un escritorio a lado del estante donde supongo que debo guardar mis cosas.

— ¿Quién hizo todo esto? — pregunté.

— Yo con Jack. — respondió mi hermano mientras tomaba mi maletas y tiraba toda mis cosas en la cama. — Ven vamos arreglar todo esto para que tengas chance de descansar un poco.

Suspire una vez más, comencé a estirar mi ropa y tome los ganchos para ir colocando la ropa en su lugar.

— Este silencio me incómoda hermana. — dijo el después de unos minutos largos de silencio.

Viviendo con ellos (Borrador 4)Where stories live. Discover now