¿Sus feromonas lo estaban delatando tanto?

Inconscientemente, dejó el anillo que tenía en uno de sus dedos dentro uno de sus bolsillos.

—¿Qué haces aquí? Ya es tarde, además es riesgoso para tu bajar las escaleras, Kook, debes tener cuidado y no hacerlo con frecuencia, no quiero que nada malo pueda pasarte.

TaeHyung habló, en el marco de la puerta, con una dulce sonrisa en los labios capaz de hacer flaquear las piernas del omega.

Pero este tan sólo pudo bajar su mirada, no sintiéndose capaz de ver al alfa a los ojos.

Y también, hacer saltar de felicidad al omega en su interior que tan incómodo se mostraba.

—L-lo siento, es sólo que yo... Necesitaba estar sólo un momento, y... Y creí que era bueno venir aquí ya q-que a esta hora no hay nadie.

Había logrado domar a su omega, quien casi le había rogado por ir a su habitación.

A su nido.

Allí estaban seguros, y sin algún aroma extraño.

Pero Jungkook, Jungkook a veces era muy terco.

—Hm, está bien... Tampoco es bueno que siempre te quedes en tu habitación, bonito.

Comentó el mayor, acercándose poco a poco, hasta el punto de estar frente a frente con el más bajito.

Y ya para ese entonces fue inevitable no darse cuenta de que el aroma natural de Jungkook estaba ligeramente mezclado con el de su hermano menor.

La sonrisa en su rostro se esfumó.

Desde que había conocido a Jungkook, y aún a pesar del mucho tiempo que compartía con Jimin, TaeHyung nunca pudo percibir el aroma de su hermano sobre él.

Hasta... Ese día.

Pero, ¿por qué?

¿Qué había pasado?

¿Qué habían hecho?

—Tú aroma... JungKook... Tú aroma es...

El alfa de TaeHyung empezó a ponerse inquieto, tan inquieto que moría por marcar con su aroma a Jungkook, a su omega.

O, por marcarlo de plano.

Los dientes de TaeHyung picaban por hacerlo.

Picaban por volver a sentir a Jungkook suyo.

Porque luego de casi cuatro años, TaeHyung había dejado de sentirlo suyo, de forma abrupta, fue casi como si el omega se escapara de sus manos.

Como si se le escapara de las manos justo en el momento en que... Había vuelto a sentirlo suyo de nuevo.

No, no, no.

No de nuevo.

No quería volver a sentir que lo perdía, no ahora.

—JungKook...

Se aferró a él, con todas sus fuerzas, teniendo tan sólo cuidado del vientre del más pequeño.

—No pasó nada entre ustedes, ¿v-verdad? ¿Todo esto es u-un mal entendido, cierto?

Y era irónico que aquella angustia que TaeHyung sentía fuera la misma que Jungkook sintió durante cada noche en la que TaeHyung fue a trabajar tras saber su engaño.

La única diferencia es que Jungkook siempre tuvo miedo a preguntar si algo más había pasado.

E incluso la misma noche en la que todo ocurrió, nunca supo si algo había pasado porque esa noche... TaeHyung no llegó a dormir.

—Por favor... J-JungKook por favor, responde.

Escondió su rostro en el cuello ajeno, tratando por mil y un medios de cambiar el aroma de Jimin por el suyo, como antes, queriendo borrar cualquier rastro de su hermano en el pequeño.

Estaba tan desesperado por hacerlo.

—T-TaeHyung...

Sintió como el castañito se aferraba a él, pero sin responder aún a su pregunta, TaeHyung empezaba a sentirse impaciente.

Tan impaciente que era incapaz de soltar a su pequeño.

Casi como si fuera un niño negándose a alejarse de su madre.

—No p-pasó nada, TaeHyung hyung, n-nada de lo que usted cree ha pasado, por favor no piense eso.

Habló el castañito, aún cuando sabía perfectamente que no tenía que darle explicaciones a su mayor sobre si había o no pasado algo, tanto él como su omega sentían en la necesidad de hacerlo.

Jungkook tampoco quería que TaeHyung estuviera angustiado.

Sabía lo fea que era vivir aquella angustia.

Él casi todos los días era atacado por esta.

—¿De verdad, Jungkook? ¿De verdad no...?

—De verdad, de verdad.

Jungkook no estaba mintiendo, no había hecho nada comprometedor con su hyung, y si lo hubiera hecho, no le estaría mintiendo a su mayor.

No podría hacerlo.

Suspiró.

Pensar en que TaeHyung había llegado a ocultarle lo que sí había llegado a hacer lo empezaba a atormentar.

Cerró sus ojitos en cuando sintió como su aroma empezaba a ser una mezcla del suyo con el de TaeHyung, de nuevo su omega se colocaba tan feliz como hace días no estaba.

—Lo siento...

Escuchar a TaeHyung disculparse lo desconcertó, separándose un poco para poder verlo a los ojos, de manera curiosa.

Su corazoncito dolió al ver a su hyung empezar a llorar.

—Yo te sentí con otro aroma y me volví loco, mi alfa se volvió loco y- y sé que estuvo mal, mi pequeño, p-por más que hayas tenido algo que ver o no con mi hermano yo... Yo no tuve que interferir, no es j-justo.

—Hyung... Hyu-ung no...

Llevó su manita hasta la mejilla del mayor, dejando pequeñas caricias sobre ella. JungKook sabía que eso ayudaba en tranquilizar a su hyung.

—No lo diga así, c-creo que sí yo hubiera sentido su aroma mezclado con alguien más yo... Yo me hubiera puesto casi igual.

Rió de forma bajita, sintiendo como TaeHyung tomaba su mano, con tanta delicadeza que no hacía más que cultivarlo.

—Tú tienes motivos, pequeño...

Pero sus palabras hicieron que la expresión en la carita de Jungkook cambiara.

—En cambio yo... Yo de ti no tengo ninguno...

El alfa pegó su frente a la del omega, manteniéndose cerca suyo en cualquier momento.

—S-sí me sigues recordando eso juro que m-me iré a mi habitación y no saldré hasta que tenga a tu hijo en mis brazos, TaeHyung hyung.

Habló, usando un tono un poquito fuerte en sus palabras, sacando una dulce risa de los labios de su mayor.

Y saber que había hecho un poco feliz a TaeHyung hacia que se sintiera feliz de alguna forma.

Y que la inminente tristeza en su cuerpo no creciera tanto.

Dejó que TaeHyung lo abrazara, llevando sus manitas hasta sus cabellos, con suaves caricias sobre estos.

Jungkook se sintió tan bien al, lentamente, encontrar un poco de paz con su hyung.

Casi como antes, al menos durante ese instante.

—Te amo, Jungkook.

por favor comenten o me fusilo 😭😭
ando con muchas ideas, animo animo animo que si ando actualizando un poco más seguido¡!

(In)fidelidad.Where stories live. Discover now