No me doy por vencida

Capitulo 48 -Más que un adiós

*Narra MCarmen*

-Bueno pues levántate ya que esta noche ya trabajo y hay que ordenar un poco la casa.-Me dice mi madre a la vez que se levanta de la cama.

-Ya voy.-Le respondo soltando el móvil en la mesita de noche.- ¿Y papá?

-Trabajando. Hoy trabaja todo el día.

-Triiiii. -Suena el timbre de la casa, aunque no durante mucho tiempo ya que mi madre pulsa el botón sin mirar quien es para que se abra la puerta exterior y minutos después.-Din don. -Suena el timbre de la casa.

*Narra Jesús*

Y sigo sin creérmelo. Me encuentro en la puerta de la casa de mi chica esperando a que alguien me abra. Son las 10:45 de la mañana y no creo que esté durmiendo, y alguien me ha abierto la puerta de afuera.

-¿Pero que haces tú por aquí?- Me pregunta Carmen abriendo la puerta.

-¿Está María?

-Claro, pasa adentro.

Paso adentro de la casa viendo un amplio salón muy bonito que termina en un pasillo.

-Voy a llamarla.-Dice Carmen dirigiéndose hacia una de las habitaciones que hay en el salón.- No está y ya ha hecho la cama.-Murmulla esta vez saliendo de la habitación.- ¿María donde estás?

-¿Qué te pasa?-Dice apareciendo por el pasillo dirección al salón. Va con una trenza despeinada hacia un lado y con lo que parece ser un pijama, que se basa en unos pantalones cortos y una camiseta de tirantas.

-Pero...¿¡Qué haces tú aquí!?-Dice muy sorprendida y llevándose la mano a la boca.

-Bueno yo os dejo solos, voy a comprar unas cosas.-Dice dirigiéndose al pasillo.

Cuando Carmen desaparece María se acerca a mí y se ríe aún más.

-¿Qué haces aquí?-Dice agarrándome al cuello.

-Tenía que verte.

La puerta de afuera suena y María mira hacia la calle por el balcón del salón y ve como su madre se va.

-Te quiero feo.-Se acerca más a mí y aún con las manos en el cuello me da un beso que se alarga hasta quedarnos sin aire.- Enserio, ¿Para que has venido?

-Para verte.

-¿De verdad?

-Sí, -Asiento y le doy esta vez yo el beso.- No podía marcharme sin verte antes.