Chi/Bol Week 2020

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Habían pasado tres semanas ya desde aquella tarde donde a Julio le dió ese pequeño ataque de tos y en todo ese tiempo se había quedado en casa de su vecino. Y si bien en ese tiempo no todo había sido de rosas y chocolates aprendieron a llevarse bien, como buenos amigos.

A las reuniones por lo general asistía de manera virtual, pero actualmente se acercaba una reunión a la que todos tenían que asistir de manera presencial; esa reunión anual en la cual todos los países tenían que estar presentes.

En ese momento se estaban preparando para aquel viaje en avión hacía New York - Estados Unidos; y si bien a ninguno de los dos le emocionaba el viaje lo que en este momento más cruzaba por su cabeza era todo lo que podía pasar ahí.

～ Hola, Miguel ～ Julio había llamado al peruano después de tanto.

～ Hola, Julio, tanto tiempo y recién te resignas a hablarme; si es para que te recoja del aeropuerto-

～ Justamente te llamo por eso, no voy a poder viajar contigo esta vez ～ Le informó y la línea quedó en silencio ～ Bueno, nos vemos ～ Colgó antes de que lo llenara de preguntas.

- Ya estoy listo, podemos irnos - Manuel salió de su cuarto con su maleta y su mochila.

- De acuerdo, entonces vámonos - Julio fue con él también con una maleta y una mochila.

Ambos se aseguraron de no dejar nada enchufado, encendido o abierto antes de salir del departamento y dejarlo bien cerrado; bajaron y frente a la puerta del gran edificio se encontraba el taxi que habían pedido para llegar al aeropuerto. Una vez ahí esperaron una media hora antes de poder abordar el avión. El avión despegó a las siete de la noche como se estaba previsto para llegar a las siete de la mañana del día miércoles.

Durante el vuelo ambos se pusieron a jugar cartas, ver una película y escuchar música de uno de sus celulares antes de dormir.

Como la mayoría de las veces en las que sucedía que dormían cerca, Manuel fue el primero en despertar presenciando como el boliviano agarraba sutilmente su mano, no comprendía el porqué lo hacía y estaba seguro que Julio tampoco lo sabía pues lo hacía cuando estaba inconsciente.

- Estimados pasajeros, informarles que estamos a punto de aterrizar, por favor acomodense y abrochen su cinturón de seguridad.

- Julio, despierta - Lo sacudió - Ya hemos llegado, levántate.

- Ya voy, ya voy- Habló medio dormido - Solo no me tires agua que aún no es carnaval.

Así fue como poco a poco se levantó y se acomodó en el asiento; en cuanto el avión aterrizó todos los pasajeros empezaron a bajar de el con sus equipajes, entraron al edificio para recoger las maletas que les faltaba y se dirigieron a sus casa u hoteles.

Los sudamericanos en cambio se dirigieron a un hotel en particular, en el cual solo se podían hospedar los representantes; cuando llegaron a la puerta Julio fue derribado por María y Miguel al mismo tiempo.

- A-ayuda - Pronunció intentando pararse pues se encontraba con su cara en el piso - No- No respiro.

- No sea exagerado - Dijo María mientras se levantaba - No te hemos visto desde hace más de un mes era de esperarse que esto pase.

- Julito hermoso, ¿por qué no contestas todas mis llamadas? - Miguel también se estaba levantando - He estado tan preocupado por tí.

- Si, pero no es necesario, estoy bien ves - Julio también se levantaba pero con ayuda de Manuel.

- ¿Desde cuándo ustede- - Miguel se dio cuenta de ese detalle.

- ¡Migue! - Martín acababa de llegar y se lanzó a abrazar al peruano.