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El doctor se encontraba realizando un chequeo a Julio para poder darle el alta y que pueda retirarse del hospital, le pidió que tosiera, que repitiera los ejercicios que le enseñaron y que no se olvidará de tomar las pastillas antes de darle el alta.

- Bueno, Julio, te encuentras en las condiciones adecuadas para que te demos el alta y puedas ir a descansar a tu casa.

- Gracias, doctor, en ese caso me alisto y me voy.

- Y alguien te vendrá a recoger, ¿no? Porque, como te explique, si te damos el alta es para que vayas a descansar a tu casa.

- Sí, claro, de hecho mi hermano debe estar esperando afuera a si que mejor me apuro.

El doctor salió del lugar nada convencido de lo que le dijo el joven así que pidió que lo contacten con Manuel para poder confirmar lo que le dijo.

~ Buenos días, Manuel, soy el doctor Felipe ~ Dijo en cuanto le contestaron ~ Le llamó para confirmar si el hermano de Julio lo recogería hoy, ya que hoy le damos el alta.

~ Oh, bueno ~ Dijo un poco sorprendido pues minutos antes había recibido la llamada de Miguel, aquella que ahora era parte de su rutina al parecer No lo creo, su hermano se encuentra en Perú.

~ Oh bueno, pues en ese caso usted lo recogerá, ¿no?

~ No lo creo, ¿por qué?

Porque esa sería su responsabilidad, como es su contacto de emergencia y, por lo que me contaron, su único contacto aquí, pero bueno, hasta luego ~ Manuel estaba por decir algo cuando escuchó nuevamente la voz del doctor ~ Y no se olvide que el joven tiene que venir la próxima semana para su revisión ~ Colgó.

Vaya suerte, ahora tenía que ir a buscar a Julio.

( . . . )

Por su lado, Julio salía del lugar con la mochila en su hombro caminando sin rumbo fijo, por el momento necesitaba pensar. Camino hasta llegar a una plaza donde aprovechó para tomar asiento y encender su celular, el cual llevaba apagado 9 días. De inmediato entró una llamada, sin dar lugar ni si quiera a que aparecieran las notificaciones y terminó por contestar accidentalmente.

~ ¡Julio! ~ Se escuchó el grito desde el otro lado de la línea ~ ¡¿Se puede dar dónde demonios estás y por qué no contestabas mis llamadas?!

~ ¡¿Tienes idea de lo preocupada que estaba?! ¡Ya verás cuando te vuelva a ver!

~ Hola, Miguel ~ Saludo a la primera persona ~ Hola, María ~ Saludo a la chica ~ También es bueno hablar con ustedes.

~ Julio, habló en serio ~ María se escuchaba realmente enojada, incluso más que Miguel ~ ¡¿Dónde estás?!

~ Eso no es importante ~ Agarró nuevamente su mochila y empezó a caminar en dirección opuesta a la de los autos ~ Estoy bien, nada malo pasó, así que hablamos luego, adiós.

~ ¡Espe- ~ Cortó la llamada y se apresuró a retirarse de aquella calle, había visto a Manuel pasar en su auto y podía asegurar que lo estaba buscando a él.

Mientras caminaba buscó el camino a la terminal de buses en su celular, sería una buena forma de volver a su país sin gastar mucho dinero. En eso sintió como alguien se colgaba de su brazo con mucha fuerza y miedo.

- Por favor, no digas nada - Dijo la chica que lo agarraba - Me están siguiendo desde hace rato.

- Por favor, sueltame - Dijo lo más cortes que pudo, no le gustaba que lo tocarán y menos si era de una desconocida.

Chi/Bol Week 2020Where stories live. Discover now