Capítulo 1

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Jimin podía escuchar la lluvia golpeando aquel vehículo en el que iba, se sentía adormecido y ni siquiera podía mover su cuerpo, sus manos estaban atadas al igual que sus pies, su boca se sentía apresada y el sueño cada vez le atrapaba más, aun así pudo ver el asiento del frente donde el piloto debía ir, a un hombre, pudo detallar el cabello oscuro y la ropa de igual tono y aunque quiso hacer algo, no pudo, pues termino cerrando sus ojos a la par de un estruendoso trueno estallando en el cielo.

....

Cuando Jimin abrió sus ojos el pánico le tomo completamente, sus manos estaban libre, pero en su tobillo había un grillete con cadenas pegadas a la pared del oscuro lugar en el que sólo había una ligera bombilla de luz amarilla, no, no estaba en el suelo sino en una cama con mantas negras y barandales blancos, Jimin observo que las cadenas caían en esta enrolladas, pues no eran cortas aparentemente.

No estaba herido realmente porque nunca le golpearon o algo así, se aprovecharon de su descuido para colocar un pañuelo con aroma fuerte en su boca y nariz y aunque lucho el miedo le gano al punto en que entre más forcejeaba y peleaba por su libertada más débil se sentía.

Estaba asustado en este momento también, como un pequeño canario recién enjaulado, por lo que cuando bajo de la cama se aseguró de ser lo más silencioso posible, incluso tomo las cadenas atadas a uno de sus tobillos y la dejo en el suelo para evitar el sonido de estas al caer, aun así cuando dio un paso estas hicieron un estruendoso sonido y es que la habitación de cuatro paredes no tenía nada más que hiciera algún ruido que no fuese él, por lo que apretó sus labios sintiendo su corazón acelerarse.

Jimin no comprendía absolutamente nada de lo que estaba sucediendo, pero sólo quería ver si podía huir, e ingenuamente fue a la puerta de madera que estaba en frente porque era la única cosa que estaba aparte de la cama y por supuesto que se encontraba cerrada, pero fue mientras movía el picaporte que pudo oír unos pasos y luego la puerta se abrió.

Jimin retrocedió al ver a un hombre con traje y un cubre bocas negro allí, el cual traía una bandeja con un poco de fruta cortada en un plato de madera, la puerta no duro mucho abierta, porque ese sujeto la cerró y fue a dejar la bandeja en la cama, todo ante la mirada de pánico de Jimin, quien se dijo a si mismo que no iba a llorar y se mostraría cero asustado con esa persona, por lo que levanto su rostro mirándolo, un acto que simplemente denotaba su valor, pero ante aquellos ojos se vio como una mejor forma de disfrutar de ese bonito rostro.

Jimin vio al hombre sacarse el cubre bocas, no, no le concia, pues recordaría un rostro atractivo como ese y es que a pesar de todo el hombre no era feo, tenía la piel tan clara y los ojos oscuros y alargados que ni siquiera se veía aterrador, su presencia denotaba dinero y elegancia, aún así Jimin le temió.

- Despertaste-. Escucho su voz grave. - Ven, traje tu desayuno, debes comer algo Jimin-. La mención de su nombre le aseguro que le conocía y eso le asusto más.

- ¿Qué es lo que quiere? -. Reunió el valor para preguntar.

- Que desayunes-.

- ¿Quién eres? ¡Déjeme ir! -. Exigió con su voz un poco quebrada, pero ese hombre se dejó caer en la cama.

- No llores-. Le dijo. - Ven a desayunar-.

- ¡Que me deje salir! -. Volvió a pedir. - ¡Quíteme esto! -. Se refirió a la cadena en su pie, pero no, el extraño sujeto para Jimin simplemente le negó con la cabeza.

- ¿Por qué me trajo aquí? -. Pregunto con sus ojos humedecidos, pero controlando el llanto.

- Porque te amo-.

Un espejo para Narciso (YOONMIN) PAUSADAWhere stories live. Discover now