Enamorado Perturbado

Capítulo 32: Asesino

Narra Thomas

Tenía los ojos cansados, apunto de cerrarlos pero haciendo mi máximo esfuerzo para no dormirme.
Hace unos minutos había estado hablando con Ashley, juro que sentía el corazón en la garganta al escuchar su voz. Michael vino al poco tiempo, se oyó cómo subía las escaleras pisando fuerte cada escalón.

—. ¿¡Ashley!? —se oía enojado —. ¡No se como lo hiciste, pero te juro que jamás te encontrarán!

—. ¿Que? ¡Yo no hice nada, lo juro!

—. ¡NO INTENTES ENGAÑARME! —gritó a todo pulmón

—. ¡Yo no hice nada!

—. Nos vamos. ¡Ahora!

Cerró la puerta con fuerza y abrió la mía.

—. Ponte esto, o te lo pongo yo —me tiró una venda negra

Me la puse despacio, tratando de controlarme

—. ¡Apresúrate! Ahora date la vuelta

Me ató las manos con una soga que hacía que mi piel tenga comezón, ajustó fuerte después de hacer seis nudos.

—. No quiero que hables, ni siquiera te muevas. Si haces algo juro que te dispararé en la cabeza y te tiraré al río.

Caminé rápido, mientras Michael me daba empujones

—. ¡Vamos, rápido! —dijo mientras jaloneaba de quien sabe donde a Ashley

Bajamos rápido y nos metió en un auto. No podía ver nada.

—. ¡MIERDA, MIERDA, MIERDA! —gritaba demasiado enojado dando golpes al volante del auto —. ¡PÚDRANSE, MUERAN MALDITA SEA! —respiraba agitado

—. No hicimos nada —dijo por fin Ashley

—. Nada —negué varias veces

Empezó a conducir mientras maldecía repetidamente. Su teléfono sonó.

—. Quítate la venda, Thomas

Obedecí al instante

—. No hablen —sacó el arma y me apuntó a la cabeza —. Hola, Jacob. Es un mal momento

—. ¡Escucha, escucha! ¡Solo un momento!

—. ¿Que pasa?

—. ¿Recuerdas el cuerpo que encontraron cerca de Rossville? ¡Era Derek, amigo! ¡Derek!

Me miró con el ceño fruncido y apretando los dientes

—. ¿Y para que querría yo saber eso?

—. Bueno... eso significa que hay un asesino por ahí. Siempre vas a Rossville ¿no? Ten cuidado...

—. Estoy bien. No hay nada por ahí. Adiós.

—. ¡Michael, espera...!

Colgó.

Ashley tenía los ojos llorosos, me lanzó una mirada rápida, yo estaba completamente paralizado, sentía la sangre helada, apenas podía respirar. Aún tenía dudas sobre si Michael realmente había matado a Derek o si solo era una amenaza para aterrorizarme. Realmente no estaba seguro si Michael era un asesino, pero ahora podía confirmarlo.

—. ¿Enserio lo hi-ciste tú? —dije entrecortado

—. Claro que fui yo. ¿No quedó bastante claro?

Sentía como las lágrimas estaban apunto de salir, igual que la baba, sentía como chorreaba por mi boca al mismo tiempo que hacia la mueca de un niño que se calló y se raspó las rodillas.
Ashley estaba mirándome tristemente, mordiéndose el labio para no decir nada. Al mismo tiempo bajaba la mirada y tragaba saliva repetidas veces.
Estiró una mano y me acarició la mejilla.
Michael miró el acto con furia.

—. Todo estará bien

No había ninguna seña de seguridad en sus palabras, solo miedo y lástima.