Lección n° 9: recuerda que tengo buena memoria

4K 74 4
                                    

Cuando Jennifer abrió los ojos, se encontró en los brazos de su amo, parecía no haberse despertado aún, Jennifer se quedó mirando cada detalle de su rostro, desde sus ojos saltones grandes como dos medias lunas, hasta sus perfectos y lisos labios que tanto amaba besar, cada vez que los veía era como si un fuerte deseo la derritiera por dentro, queriendo admirarlos de por vida y besarlos hasta el día siguiente.

Jennifer acarició suavemente los cálidos labios de su amo, cuando recibió una pequeña mordida en sus dedos que la asustó en el acto, dejando escapar un pequeño grito y haciendo que se en cogiera de repente, - a...amo creí que estaba dormido - su amo la miro con una sonrisa perversa y la cogió de las muñecas, poniéndola boca arriba y situándose sobre ella ,haciendo que abriera los brazos y juntara las piernas, - en realidad me desperté antes ,pero quería ver que harías - Jennifer se puso colorada al saber que en realidad su amo lo estaba viendo todo ,y giro su cabeza para intentar disimular la vergüenza que tenía al recordar ese momento.
Su amo le junto las manos por encima de su cabeza, sujetandolas con una sola mano, mientras que con la otra le giro la cabeza para que la mirara fijamente, - no no, ahora que tengo los ojos abiertos no me dedicas la misma mirada que antes - eso solo avergonzó más a Jennifer haciendo que bajara la mirada, - bien ya que no quieres mirarme, no lo hagas - Jennifer notó como el tono de su amo había cambiado de uno travieso a otro más enfadado, Shara se levantó de encima de ella, y agarrandole de las muñecas, la llevó a la habitación de juegos y la tiro sobre la cama quedando bocabajo, Shara la desnudo rápidamente y fue a coger el antifaz, el cual le puso lo primero, después abrió uno de los cajones de la cómoda, y cogió unas cuerdas gruesas, largas y blancas , para luego atarla en una postura que dejaba los brazos por detrás de la espalda, inclinandolos hacia arriba , haciendo que su cabeza no pudiera hacer más que tocar la cama, con las rodillas flexionadas, - ¿te gusta?, recuerdo que a alguien le gustaba que la dejara totalmente inmóvil - Jennifer se asustó ,cuando notó como algo rozaba su entrada trasera, e iba entrando poco a poco hasta pasar entero, definitivamente era uno de los juguetes que más le gustaba a las dos, Shara daba pequeñas embestidas mientras Jennifer gemia, y jadeaba como un perro, su amo iba subiendo el nivel embistiendo cada vez más, más fuerte, sintiendo como el trasero de Jennifer sufría aquellas embestidas interminables ,que iban acompañadas de fuertes pellizcos en sus pechos, así como en sus pezones, sentía como unos dedos los mordian sin piedad, mientras que por detrás llegaban cada vez más profundo, provocando que los jadeos cesarán y los gemidos se multiplicarán, hasta por fin, llegar al ansiado climax.

Shara le retiró el antifaz a Jennifer y le desató las cuerdas, dejandola completamente sin fuerzas, al cabo de un rato de haber descansado en la cama ,con la ropa interior puesta Jennifer consiguió levantarse para ir al baño, se quedó unos minutos mirándose en el espejo del servicio, contemplando las marcas que le dejaron las cuerdas en los brazos, en las muñecas ,y las que le quedaron de los latigazos del otro día.
Ella se reía tímidamente ,mientras iba a escoger algo que le tapara las marcas en su cuerpo lo máximo posible, era agosto asique no tenía mucha que cumpliera con ese requisito.

Una vida de sumisa a tu lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora